La estructura demográfica del país está cambiando ya que mientras que el promedio de vida de la población mayor va aumentando, la tasa de natalidad ha ido disminuyendo “entre 1990 y 2017 el porcentaje de la población de 60 años y más aumentó de 6.4% 10.5 por ciento. Por otro lado entre 1990 y 2017, el porcentaje de la población infantil pasó de 37.9% a 27%, la proporción de jóvenes disminuyó de 29.7% a 25.8 por ciento” dicha disminución da como resultado un base piramidal poblacional más angosta, según información del INEGI a propósito del día mundial de la población -11 julio- .
Actualmente la población de niños menores de 15 años es de 33.3 millones, mientras que la de jóvenes entre 15 y 29 años es de 31.9 millones a nivel nacional, es la población joven económicamente activa la que configura el bono demográfico es decir personas en edad productiva que no son económicamente dependientes.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas “el envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad, entre ellos, el mercado laboral, financiero y la demanda de bienes y servicios, así como para la estructura familiar y los lazos intergeneracionales”.
En el país en 2017 habitan 123.5 millones de personas, de las cuales el 98 % viven zonas urbanas porcentaje que continúa en crecimiento De acuerdo con el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, en la ciudad hay una demanda de vivienda de 70 mil unidades al año y es la CDMX la entidad con mayor densidad poblacional que es de 5,967 personas por km2, le sigue el Estado de México con 724 personas por km2.
Por Liz Areli Cervantes
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