Algunas empresas empiezan como un sueño y con expectativas definidas, la verdadera fortaleza radica en hacer los ajustes que el negocio demanda, pero manteniendo el objetivo inicial. Hoy en día muchos nuevos negocios surgen a partir de las ideas del talento de las nuevas generaciones, que tienen perspectivas innovadoras sobre cómo satisfacer las necesidades de algunos sectores que no han sido atendidos.
RedBrick es una empresa que celebra el primer año de creación y operación; el tiempo parece corto, pero las enseñanzas rescatadas son invaluables. Inicialmente, la empresa dedicada a la inversión y generación de negocios inmobiliarios de valor agregado, consideraba tener un arranque conservador; sin embargo, la buena reputación que los miembros del grupo de accionistas de Redbrick han construido por generaciones, y la sólida experiencia y trabajo constante del equipo de trabajo fundador originó que el recibimiento del mercado inmobiliario y financiero fuese mejor de lo esperado, y los cambios no se hicieron esperar.
En entrevista para Inmobiliare, Jorge Castañares, CEO de Redbrick, comparte que para finales de 2014, durante una de las varias reuniones con quienes hoy son los accionistas y miembros del Consejo de Administración de Redbrick, determinaron que todo lo platicado debía convertirse en un plan de negocios para establecer un fondo de inversión, para la generación de negocios inmobiliarios de nicho, iniciando así el reto de construir este proyecto durante los siguientes meses.
“Después del plan, nos dimos a la tarea de establecer un modelo de negocio inicial que diera estructura a Redbrick, y comenzamos a invitar a personas clave para plantearles los objetivos de este proyecto, convenciéndolos de sumarse al propósito Redbrick”, dice Jorge.
Conforme este equipo crecía y se consolidaba, también evolucionaban los planes, la estructura y sobretodo, la necesidad de ser una empresa institucional. Así, el 1 de junio de 2015, comenzó la nueva historia de una empresa con carácter que buscaría generar y desarrollar un nicho de mercado específico. “Arrancamos con el sueño de construir una empresa que tuviera las 3D: diversión, disciplina y dedicación. La gente debe tener mucha pasión y ser multifuncional, porque el primer año siempre será de mucho trabajo”, explica Jorge Castañares.
Continúa al reconocer que, “al ser una empresa naciente, tenemos todas las ventajas de contar con mucha adaptación, flexibilidad e iniciativa; sin embargo, nos enfrentamos al reto de desarrollar e implementar procesos institucionales propios, y la integración del equipo de trabajo en formación. Queremos reflejarnos como una empresa seria, institucional y de gran alcance”.
Con el trabajo y dedicación del equipo de trabajo y la confianza de los accionista s miembros del Consejo de Administración de Redbrick, el sueño se volvió realidad, y en menos de un año, se convirtió en una responsabilidad muy grande.
VALORES DE REDBRICK
En la empresa buscan talento que aporte valor a la organización y comparta valores fundamentales como:
- Pasión. Debe existir un gusto por el sector inmobiliario.
- Respeto. Las personas son el activo más importante.
- Integridad. No se permiten los actos de corrupción.
- Dedicación. Transformar ideas en negocio y buscar generar las mejores alianzas estratégicas.
- Entusiasmo. Seguir adelante a pesar de todo.
Buscarán desarrollar “Destinos RedBrick”
La ubicación siempre es el factor determinante en el negocio inmobiliario, por ello, RedBrick está trabajando en un análisis de las 35 zonas metropolitanas más importantes del país, para quedarse con al menos una decena de “destinos Redbrick” y aplicar sus criterios de inversión en cada una esas zonas.
“Nuestra forma de definir las mejores ubicaciones es a partir de la metodología de mayor y mejor uso; lo que físicamente es posible, legalmente es permitido y económicamente es rentable. No nos interesa participar si la ubicación, forma y topografía del terreno no es la adecuada”, detalla Jorge Castañares.
A tan sólo un año de operaciones, Redbrick ya cuenta con un portafolio de proyectos de valor agregado y una serie de coinversiones en proyectos hoteleros y de uso mixto, buscando rentabilidades de mercado y proyectos patrimoniales de largo plazo.
“Nuestro análisis incluye la dictaminación legal, técnica y económica del proyecto. Hacemos escenarios donde pensamos en las cuatro variables fundamentales del desarrollo inmobiliario: Tierra (localización), Capital (financiamiento), Demanda (absorción de mercado) y Conocimiento (enfoque de valor agregado – Enfoque VAS by Redbrick); s i reúne esto, entonces es un proyecto RedBrick”, ejemplifica Jorge Castañares.
Durante este primer año, se revisaron muchos proyectos localizados en México y en el extranjero, principalmente Estados Unidos y Canadá, de los cuales calificaron 15 que se convertirán en el portafolio de Redbrick en los próximos años.