De acuerdo con Ricardo Haneine Haua, director general de la firma en México, a pesar del impulso de ciertas iniciativas en el país, como la ratificación del T-MEC, no fue suficiente para que los inversionistas lo consideraran como uno de los principales destinos de inversión.
A pesar de haber incrementado su puntaje, el país continúa sin ingresar a dicho ranking, al pasar de 1.52 en 2020 a 1.60 en 2021.
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Entre los aspectos que restaron atractivo se encuentran: un bajo crecimiento; el freno en la dinámica de la Reforma Energética; la reforma sobre subcontratación y la extinción de fideicomisos públicos; la cancelación Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; así como la priorización de inversiones de bajo impacto económico y social en el entorno actual, como la Refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya.
“El gran pecado de esta administración es no ver al sector energético como un sector moderno, dinámico, que se tiene que materializar toda la inversión hacia la sustentabilidad de energías limpias, y donde todo el ejercicio que hemos venido haciendo en México a lo largo de la historia de sí aceptar inversiones, ese es un factor fundamental”, destacó.
Cabe destacar que México sólo se ha encontrado fuera de este ranking en tres ocasiones: 2012, 2020 y 2021. Asimismo, Haneine Haua recordó que en 2003 el país llegó a estar en el tercer lugar de dicho índice, mientras que en 2019 se colocó en el lugar 25.