En 2050, las principales ciudades del mundo serán inteligentes, alcanzando un pico de desarrollo en sostenibilidad, eficiencia y habitabilidad, aseguró la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad (FNF).
De acuerdo con la organización, la innovación, tecnología y planificación centrada en el humano, son esenciales para construir “smart cities”.
En este contexto, desarrolló el acrónimo S.M.A.R.T. para enlistar cinco pilares que, de cumplirse, permiten construir urbes con mayor calidad de vida:
- Startup (emprendimiento)
- Móvil (transporte eficiente)
- Accesible (servicios públicos de calidad)
- Resiliente (adaptación al cambio climático)
- Transparente (gobierno abierto)
Además, remarcó la importancia del Día Mundial de las Ciudades, celebrado cada 31 de octubre, como una fecha para reflexionar sobre la conexión humana con los espacios donde habitan y su evolución.
¿Cómo deben ser las Ciudades Inteligentes?
Para FNF, el primer punto que debe cumplir una “smart city” va relacionado con los emprendimientos, empresas familiares, PyMes o startups.
“Este tipo de negocios son el motor económico del país (alrededor del 90%). Una startup debe promover la cultura emprendedora para atraer talento, crear nuevas oportunidades e impulsar la generación de empleos”.
Además, se debe invertir en movilidad pues estudios señalaron que, si las personas invierten más del 30% del gasto familiar en lo que es transporte, nunca saldrán del estrato socioeconómico en el que se encuentran.
“Una ciudad móvil debe tener un servicio de transporte eficiente, de calidad y a precios competitivos. Se requieren matrices mixtas de movilidad, que prioricen ya no al automóvil, sino al transporte público de calidad y otras alternativas”.
En cuanto a accesibilidad, otro pilar importante, indicó la necesidad de espacios públicos a escala barrial, cercanos a las personas, recuperando calles y banquetas, donde realmente se disfrute vivir.
Urbes cada vez más resilientes y transparentes
Según FNF, una población resiliente es aquella capaz de adaptarse al cambio climático y a su impacto. Además, es sostenible para el ciudadano, al fijarse en el medio ambiente.
“Es esencial desarrollar una planeación urbana que prevenga los desastres o eventos naturales extremos, y que genere proyectos ambientales e institucionales. No sólo previenen invasiones e inseguridad, sino que se vuelven recreativos y generan un gran valor económico”.
Finalmente, afirmó que cuando se habla de una urbe transparente, se refieren a la forma de gobernar y la manera en tomar las decisiones para los humanos.
Agregó que este modelo genera redes de confianza para hacer negocios más fácilmente, evitar corrupción, e informar mejor.
“La digitalización es primordial para lograr transparencia, ya que disminuye la asimetría de la información entre funcionarios y ciudadanos. Permite crear más eficiencia al ahorrar recursos, como papel y funcionarios de ventanilla”.