El jurado del premio Living Places: Simon Architecture Prize anunció a los diez finalistas de la quinta edición, incluidos los dos proyectos galardonados en dos categorías: Collective Places y Personal Places.

Dicha selección buscó trabajos que reflejaran la capacidad de la arquitectura contemporánea para abordar retos globales, como la emergencia climática, la equidad social, la salud y el bienestar. Además, se reconoció el impulso al desarrollo de las comunidades y reactivación de las áreas habitadas más vulnerables.

La obra del Estudio Flume, “Centro recolector de cocos”, ubicado en Sumaúma Village, en el norte de Brasil, fue la ganadora en “Espacios Colectivos”.

De acuerdo con el jurado, el complejo encarnó el significado de colectividad desde la inclusividad construida a través de una pequeña comunidad de mujeres y su labor productiva, cuidando y preservando el entorno natural en el que se arraigan.

“Se trata de un proyecto sutil y sensible, con un desarrollo muy cuidado e inteligente, basado en la reutilización de materiales de proximidad. La pieza audiovisual expresa la interrelación existente entre la comunidad de mujeres, la arquitectura y su ecosistema natural perteneciente. Celebra el sentido de belleza y autenticidad que desprende”, señaló el grupo de expertos.

Living Places-1
El complejo encarnó el significado de colectividad desde la inclusividad construida a través de una pequeña comunidad de mujeres.
Foto: LP

Kontigo, obra mexicana ganadora del Living Places

La obra ganadora en la categoría Personal Places fue “Kontigo”, un diseño urbano de Manuel Cervantes Estudio y ubicado en Acapulco, Guerrero.

De acuerdo con el jurado, el concepto abordó la emergencia climática desde la acción directa, respondiendo a un lugar y contexto específicos. 

Asimismo, aseguró que afronta la urgencia en cómo construir nuevos hogares humildes con cualidades espaciales dignas.

“Es una aportación que pone sobre la mesa cuestiones más amplias a partir de un proyecto concreto. Muestra la importancia del proceso y habla de la construcción inacabada”. 

Finalmente, se reconoció como Mejor Narrativa a “Quinze decibels” y a su directora Matilda Vidal de Llobatera, por su uso del sonido como motivo narrativo para describir el espacio y el impacto de la transformación urbana que encarna.

Dicha pieza presenta el proyecto de regeneración urbana Consell de Cent Green Hub en Barcelona, obra de Cierto Estudio y B67 Arquitectes.