En el tablero del real estate de lujo en Miami, North Bay Road juega en otra liga. La prensa estadounidense la describe como “la calle más rica de Miami”, con más de mil millones de dólares en ventas residenciales de alto perfil en los últimos años y vecinos que van de Jennifer Lopez y Shakira a supermodelos y grandes ejecutivos.
A esa fila de operaciones se suma ahora Josh Flagg, uno de los brokers más conocidos de “Million Dollar Listing”, que acaba de sacar al mercado por 9.99 millones de dólares una villa mediterránea en el número 4727 N. Bay Road, justo frente al complejo de 72.3 millones de dólares de Victoria y David Beckham. 
Lo interesante: Flagg nunca vivió en la casa. La compró como jugada de inversión, la reimaginó con un equipo de diseño de alto nivel y ahora la coloca en el mercado como flip de lujo en uno de los corredores más competidos de Miami Beach.
De compra estratégica a flip de lujo
La propiedad fue adquirida en 2023 por Flagg Family Capital, en coinversión con Carolwood LP de Adam Rubin y Andrew Shanfeld, por 4.25 millones de dólares, según los registros.
Lejos de mantenerla en modo “obra gris”, el grupo ejecutó una renovación profunda junto con Builtin Studio, liderado por el diseñador Gary Eisner. El resultado es una casa que conserva el encanto de los años treinta, pero con lenguaje de hotel boutique contemporáneo.
El movimiento encaja con la tesis de muchos jugadores sofisticados en Miami:
tomar producto con buena dirección, pero desactualizado, y llevarlo a estándar internacional de diseño para capturar la prima que paga el comprador global por llaves listas, curadas y con historia.
Arquitectura mediterránea con guion contemporáneo
Construida en 1933, la casa mantiene su arquitectura mediterránea original, pero con una lectura muy actual. Sobre aproximadamente 4,000 pies cuadrados (unos 375 m²), distribuye:
- 4 recámaras y 5 baños,
- techos abovedados que amplifican la luz,
- una chimenea de piedra caliza original como ancla del área social,
- carpintería a medida y detalles de millwork que le dan textura y profundidad,
- una cocina de roble blanco pensada más como pieza de diseño que como simple mueble,
- ventanas y puertas de acero hechas a la medida, que conectan interior y exterior con marcos delgados y proporciones estilizadas.
El lote de alrededor de 10,000 pies cuadrados permite que el patio trasero funcione como un pequeño resort privado: alberca, casa de piscina con sauna, baño frío (cold plunge) y áreas para tomar el sol o recibir invitados sin que la casa principal absorba todo el programa.
Más que una “casa en Miami”, el conjunto se comporta como una villa urbana con vocación de retiro de fin de semana… o base ligera para quien reparte su tiempo entre varias ciudades.
North Bay Road: contexto de una “calle marca”
El peso de la operación no se entiende sin el contexto de North Bay Road, en Miami Beach. Este corredor residencial a la orilla de la bahía se ha consolidado como símbolo del ultra prime de la ciudad:
- ventas por más de 1.1–1.7 mil millones de dólares en los últimos años, según distintos reportes;
- un inventario que mezcla mansiones frente al agua, lotes de reposicionamiento y casas históricas reimaginadas;
- una lista de propietarios que incluye a celebridades globales y ejecutivos del mundo financiero y tecnológico.
Que la casa de Flagg esté frente al complejo de los Beckham no es solo un dato de chisme: habla del nivel de vecindario y de la narrativa que acompaña al activo. En segmentos de muy alto patrimonio, la historia de quién vive en la calle importa casi tanto como los metros cuadrados.
Cómo encaja en la estrategia de Flagg
Mientras saca esta propiedad al mercado, Josh Flagg ha seguido moviendo fichas en otros códigos postales de lujo:
- una compra reciente en East Hampton, en los Hamptons neoyorquinos;
- la adquisición de un edificio comercial en el Soho de Nueva York.
Para Inmobiliare Luxury, el caso ilustra bien la lógica de ciertos players de alto perfil: portafolios diversificados entre:
- residencias prime en destinos consolidados (Hamptons, Miami Beach),
- activos comerciales en zonas de alto tráfico global (Soho),
- y operaciones tácticas de valor agregado en calles “marca” como North Bay Road.
La venta de la villa mediterránea en Miami no solo cristaliza la plusvalía de la obra hecha; libera capital para la siguiente jugada en un mercado donde el dealflow de lujo compite a nivel internacional.
Oportunidad para el comprador final
Para el comprador —probable perfil HNWI o UHNW con vida repartida entre varias ciudades—, la propiedad ofrece varios puntos a favor:
- dirección con peso propio en el mapa global de Miami Beach;
- casa histórica reconfigurada a estándar actual, evitando el riesgo y el tiempo de una remodelación desde cero;
- amenidades de resort (sauna, cold plunge, pool house) empaquetadas en un lote manejable, con privacidad y escala humana;
- entorno inmediato de vecinos y precios que apuntalan el valor futuro de la calle.
El listing está en manos de Jordan Karp, de Jordan Karp LLC, un nombre frecuente en operaciones de alto nivel en Miami Beach.
En un inventario donde abundan los megacompuestos frente al agua, esta villa no quiere competir por tamaño, sino por curaduría, historia y dirección. Justo el tipo de activo que suele moverse bien cuando el comprador busca algo más que metros: busca una pieza de ciudad con narrativa propia.
