CRRC celebró la conclusión de la sección Juanacatlán–Observatorio dentro del proyecto de modernización de la Línea 1 del Metro de la Ciudad de México, con la reapertura oficial al público el 16 de noviembre.
Con este hito, la Línea 1 vuelve a operar de forma íntegra en sus 20 estaciones, después de un proceso de intervención profunda en trenes, sistemas y equipamiento.
Proyecto “sistema+” de CRRC en la Línea 1
La modernización de la Línea 1 es el primer proyecto “sistema+” de CRRC en el extranjero. No se limita a la fabricación de trenes, sino que integra inversión, financiamiento y renovación de múltiples componentes del sistema de transporte.

El alcance incluyó:
- Fabricación y suministro de material rodante.
- Modernización de sistemas de comunicación a bordo.
- Intervención en vías y sistemas eléctricos.
- Servicios de mantenimiento integral del sistema.
Este esquema posiciona a CRRC no sólo como proveedor de trenes, sino como operador tecnológico que participa en el ciclo completo del sistema: diseño, implementación y mantenimiento.
Trenes NM22: seguridad, eficiencia y operación inteligente
Los nuevos trenes NM22 fueron diseñados específicamente para la Línea 1. Incorporan mejoras enfocadas en seguridad, confort de los usuarios y desempeño energético.
Entre los elementos clave destacan:
- Mejores estándares de seguridad operativa.
- Mayor confort interior para los pasajeros.
- Mayor eficiencia energética y menor impacto ambiental.
- Integración de un sistema avanzado CBTC (Control de Trenes Basado en Comunicaciones).
- Tecnologías de operación inteligente para optimizar frecuencia y desempeño.
Estas características buscan reducir fallas, mejorar la regularidad del servicio y ofrecer una experiencia más estable en uno de los corredores con mayor demanda de la red.
Impacto en la movilidad y conexión con el interurbano
La modernización de la Línea 1 y la conexión de la estación Observatorio con el ferrocarril interurbano redefinen el rol de este eje de transporte en la Ciudad de México.
Se espera que las mejoras:
- Reduzcan los tiempos de viaje para usuarios que conectan desde el poniente hacia el centro y oriente de la ciudad.
- Disminuyan costos de transporte para miles de pasajeros diarios, al hacer más eficiente la intermodalidad entre Metro e interurbano.
- Aumenten la capacidad del sistema para atender flujos adicionales derivados del ferrocarril México–Toluca.
Para el entorno urbano y el mercado inmobiliario, la mejora en conectividad y tiempos de traslado suele traducirse en mayor atractivo para proyectos residenciales, comerciales y de servicios en los entornos de estaciones estratégicas como Observatorio y Juanacatlán.
La intervención consolida a la Línea 1 como un eje estructurante de movilidad y confirma el papel de la modernización del transporte masivo como componente clave de la competitividad urbana en la Ciudad de México.