De la región “atrasada” al laboratorio de casos de uso
Por años, el relato sobre Latinoamérica fue simple: poco capital, baja digitalización, rezago en datos. Ese paradigma ya se está rompiendo. El texto de CIOReview sobre data intelligence en la región subraya cómo bancos, fintechs, retailers y gobiernos empiezan a usar analítica avanzada para crédito, riesgo, logística, seguridad y política pública.
La clave: la combinación de tres factores —penetración móvil, crecimiento de nube pública y talento local— está generando ecosistemas urbanos donde el dato se vuelve activo central.
¿Dónde se ve esto en el mapa inmobiliario?
1. Nodos de data centers y cloud
Ciudades como Querétaro, São Paulo, Santiago y Bogotá se consolidan como hubs de centros de datos. La demanda de tierra industrial con acceso a energía, fibra y agua se dispara, y los precios empiezan a reflejar ese uso de mayor valor.
2. Distritos de innovación y oficinas flexibles
La concentración de empresas de datos y analítica impulsa submercados de oficinas con fuerte componente de coworking, laboratorios y espacios flexibles. No es casual que los principales clusters de data intelligence se alineen con zonas universitarias y de startups.
3. Reconversión de activos obsoletos
Algunos edificios de oficinas en ubicaciones centrales, pero con diseño antiguo, están siendo candidatos a reconversión: desde centros de datos edge hasta hubs de servicios compartidos.
Lo que buscan las empresas de datos en un inmueble
• Conectividad redundante de alta capacidad.
• Espacios modulares que permitan crecer o contraerse rápido.
• Certificaciones y narrativa ESG para atraer talento joven y capital institucional.
• Acceso a transporte público y amenities urbanos para retener equipos especializados.
Desarrollos que no integren estas variables corren el riesgo de quedar fuera del radar de las compañías que lideran la ola de data intelligence.
Oportunidad para inversores y desarrolladores
• Fondos especializados en “infra + oficinas tech”
Portafolios que combinan data centers, dark kitchens de datos (equipos remotos) y edificios tech-friendly pueden capturar la prima de valoración de la nueva economía de datos.
• Alianzas con universidades y gobiernos locales
Donde hay talento y voluntad pública de simplificar trámites, habrá proyectos de parques de innovación, distritos de datos y hubs de nearshoring digital.
• Riesgo país… matizado por riesgo ciudad
Aunque el riesgo macro de la región no desaparece, muchos jugadores globales ya analizan Latinoamérica a nivel de ciudad y corredor, no solo de país. Quien lea bien ese mapa puede adelantarse en la compra de tierra y activos estratégicos.
La moraleja: la inteligencia de datos no solo vive en dashboards; se traduce en metros cuadrados muy concretos, en pocas ciudades y en activos que entienden qué se necesita para que el dato genere valor.
