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    Estadio Quzhou, sede deportiva de MAD Architects en China

    El Estadio Quzhou, recientemente terminado, representa la finalización de la primera fase del plan maestro del Parque Deportivo Quzhou de MAD Architects, en Zhejiang, China. 

    Esta sede está soportado por 60 conjuntos de columnas de hormigón, con paredes de hormigón de madera vista que añade texturas al material austero. 

    Por su parte, la marquesina del estadio es de acero, sobre la que el despacho envolvió una membrana de material traslúcido en sus partes inferiores, con la superficie superior cubierta por una membrana de plástico.

    La luz natural al estadio entrará por varias aberturas, esto permitirá que llegue a las secciones subterráneas, incluidos el estacionamiento y las ocho entradas.  

    Asimismo, MAD diseñó esta propiedad para capturar y reutilizar el agua de lluvia; también ocupó plantas locales residentes que requieren un mantenimiento y riego mínimo, mientras que todo el concreto se produjo localmente para reducir las emisiones. 

    Es importante señalar que a pesar de que el Estadio Quzhou este terminado, la firma se encuentra trabajando en la segunda fase del Parque Deportivo, que contará con gimnasios de 10 mil asientos, un museo de ciencia y tecnología, un hotel, un centro juvenil y programas minoristas y más.  

    Estadio Quzhou en China 

    El inmueble deportivo se destaca por tener un diseño inusual; es descrito por la firma de arquitectura como un halo que se cierne sobre el paisaje. 

    “Apareciendo desde la distancia como un halo flotando suavemente sobre el paisaje, la estructura sobresaliente del Estadio Quzhou es la joya de la corona más nueva de la ciudad”, explicó MAD. 

    Además, señaló que su objetivo era construir una sede diferente a las demás, pues su meta era edificar un recinto que integrara gran parte de la tecnología que se utilizó en su producción para que pueda estar abierto al espacio público circundante dese casi cada ángulo.

    “Se concibe como una obra de arte terrestre que se sumerge en la naturaleza y da la bienvenida a todos para reunirse y compartir el espíritu deportivo. Con este concepto en mente, las ondulaciones de la topografía circundante se llevan a través de la fachada inclinada, sobre la cual los visitantes se anima a determinar por sí mismos dónde termina el paisaje y comienza el edificio. Incluso cuando el estadio está cerrado, se anima a los visitantes a subir a la estructura y tratarla como una parte activa del paisaje”.

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