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    Evolución de las oficinas corporativas en México, el acceso a una nueva era y dinámica laboral

    El sector de oficinas corporativas en México y en el mundo se ha transformado radicalmente en los últimos años por diversas eventualidades que lo han impactado de forma directa. De primera instancia, dichos eventos pudieran ser vistos como amenazas que podrían poner en riesgo la continuidad del sector; pero desde otro enfoque, también se convierten en esa ventana de oportunidad que el sector necesita para que las oficinas corporativas puedan evolucionar, adaptarse a las nuevas condiciones globales y sobrevivir.

    Sin duda, el principal reto para el sector oficinas fue la pandemia por Covid-19, que confinó a toda la fuerza laboral en México y el mundo y “provocó” que empresas y grandes corporativos buscaran la forma de seguir produciendo y mantener operaciones, con sus empleados trabajando de forma remota. Este escenario impulsó soluciones tecnológicas para facilitar el trabajo remoto, que a decir verdad, a la fecha continúan brindando importantes beneficios a las empresas, tanto en términos económicos como de eficiencia y productividad.

    Otra “amenaza” al sector de oficinas es justamente la forma en como las nuevas generaciones conciben la idea de desarrollar sus actividades. Las innovaciones tecnológicas, ampliamente dominadas por milennials y centennials, les permite realizar sus funciones perfectamente desde cualquier parte del mundo, teniendo a su alcance redes de internet y todas las herramientas digitales necesarias. Los nativos digitales ven cada vez más innecesario permanecer por tiempo prolongado en un espacio de oficina.

    Estos dos factores explican el por qué muchas organizaciones se encuentran rediseñando sus espacios existentes para cumplir con los nuevos modelos de trabajo. La tecnología cumple un papel fundamental en este proceso, pues permite generar espacios flexibles en los cuales los empleados puedan sentirse cómodos para desarrollar sus funciones.

    La flexibilidad es cada vez más solicitada por usuarios millennials y centennials, quienes buscan espacios de trabajo que promuevan la interacción, traduciendo este fenómeno en eficiencia y optimización de espacios para las compañías. Esta flexibilidad se está logrando gracias a oficinas inteligentes rediseñadas con inserción de mobiliario flexible, estaciones de trabajo abiertas, rediseño de espacios y áreas comunes, todo con el fin de fomentar la seguridad de sus colaboradores y la forma de interactuar de manera presencial y/o híbrida.

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    Otra tendencia que predomina en esta readaptación de oficinas es la ampliación de espacios de trabajo colaborativos y al aire libre, así como el uso de terrazas y balcones. Cabe señalar que, anteriormente, en promedio, el 80% de la superficie total de una oficina con configuración tradicional era ocupada por lugares asignados. Actualmente, esta cifra cambiará a un 60 y 65%, dando paso a lugares flexibles y de interacción colaborativa. De acuerdo con un análisis de JLL sobre los diferentes mercados de América Latina, revela que México ocupa el primer lugar en términos de oferta de oficinas flexibles con 300 mil metros cuadrados, seguido por Argentina (177 mil metros cuadrados) y Brasil (153 mil metros cuadrados). Sin embargo, sobre la base estimada de demanda de usuarios corporativos, JLL anticipa que, en promedio, 15% del stock total de oficinas en cada mercado será flexible para el 2030.

    Sin importar el sector al que pertenezcan, las empresas deberán tener en consideración los beneficios que una oficina física trae consigo. Además de ser el principal elemento tangible de cualquier empresa, el espacio físico laboral permite la convivencia entre trabajadores que, a su vez, son la pieza principal que da forma, identidad y va creando la mística de cada compañía.

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    Queda claro que las actuales condiciones laborales globales han transformado el concepto del trabajo como algo que hacemos y no como el lugar al que vamos. Por tanto, un reto actual y al que se enfrentará el sector de oficinas corporativas durante los próximos años será el de atraer a los colaboradores a espacios innovadores que fomenten la creatividad y productividad en un ambiente de trabajo seguro. La fuerza laboral en México demanda lugares de trabajo auténticos e inclusivos que garanticen modelos y oficinas que prioricen sus necesidades como seres humanos equilibrados entre sus diferentes roles y que no sean vistos solo como un empleado más.

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    Por Arturo Bañuelos, Director Ejecutivo de Proyectos y Desarrollos de JLL México

    Para obtener más información, visite: www.jll.com.mx

    *Nota del editor: Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Inmobiliare.

    Este es un artículo de la edición 134 https://inmobiliare.com/inmobiliare-134/

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