La cementera mexicana Cemex, ubicada en más de 50 países, informó que su unidad en Filipinas había iniciado un proceso para interrumpir temporalmente la producción de la Planta Solid Cement, en la ciudad Antipolo, después de que autoridades declararon un periodo de cuarentena en la región.
Además, detalló que como parte de las medidas decidió echar mano de líneas de crédito existentes, para mejorar su posición de liquidez en caso de perturbaciones en los mercados financieros y de capital. Expresó que aumentará los niveles generales de deuda y evalúa retrasar cierto gastos de capital, para hacer frente al impacto del coronavirus en su negocio.
“Con base en las circunstancias que existen en las comunidades en las que operamos, a la fecha de este reporte, Cemex no puede garantizar que no adoptará medidas similares con respecto a sus otras instalaciones operativas”, afirmó la compañía, en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.
La empresa dijo también que había implementado una serie de restricciones de viaje y adecuaciones para que parte de sus trabajadores puedan laborar de manera remota. Añadió que solo dos de sus más de 40,000 empleados a nivel global han dado positivo al nuevo virus.