Una de las principales medidas para evitar la expansión del COVID-19 es el aislamiento de personas infectadas, para esto, la compañía Yingchuang Construction Technology diseñó casas de nueve metros cuadrados impresas en 3D, que sirven como cápsulas de aislamiento para quienes han estado en contacto con el virus, como médicos,enfermeros y familiares de pacientes hospitalizados.
Yingchuang Construction Technology logró imprimir en tan solo un día un set de 15 de cápsulas que fueron equipadas para ser habitadas de inmediato. Cada una se fabrica en dos horas con un costo de 4 mil dólares por pieza, y si se utiliza en su totalidad la capacidad de producción de todas las plantas de la empresa, podrían crearse cientos de ellas en 24 horas, detalló Ma Yihe, presidente de YCT.
Están hechas con residuos sólidos industriales y de demolición urbana que llevan un proceso de separación y adhesión de impurezas, convirtiéndose en materiales de construcción dos a tres veces más resistentes que los de las casas tradicionales de hormigón armado.
“Las casas impresas en 3D no solo son fuertes y herméticas, sino también muy resistentes a los terremotos. Las que brindamos actualmente para aislar, también se pueden usar como refugios de emergencia en caso de futuros terremotos y otros desastres, por lo tanto son muy fuertes y confiables” señaló Ma Yihe.
Todas cuentan con dos camas y un baño ecológico que no utiliza agua y trata los desechos con una bacteria biológica orgánica para acelerar su descomposición, permitiendo que las heces tengan nuevos usos. El baño está desconectado del sistema de drenaje común para evitar la contaminación del ambiente exterior.
Otra de las características más prácticas de estas casas, es que no están fijadas permanentemente a la tierra, por lo que pueden ser trasladadas con facilidad a otros lugares que lo necesiten. Una vez que hayan cumplido su propósito, pueden reutilizarse o ensamblarse para crear nuevas construcciones, como por ejemplo, oficinas móviles.
Hasta ahora, el primer set que fue donado a la comunidad de Hubei, ha sido trasladado por camiones a más de tres zonas afectadas por el virus en China.
Actualmente, la compañía de impresión 3D con sede en Shanghai, WinSun, se encuentra comercializando las vainas de aislamiento con los hospitales internacionales que las requieran, al mismo tiempo que el equipo de investigación de YCT desarrolla nuevos productos de construcción que puedan ayudar en el combate del COVID-19.