Es una realidad, que las personas regresarán a sus oficinas, tanto diseñadores, arquitectos y empresas tendrán que trabajar en el nuevo diseño o en algunos casos en el rediseño de estos espacios, pero esto dependerá de los propietarios de los edificios.
“He oído muchas respuesta de mis colegas en cuestión del diseño, unos comentan que volverán a levantar paredes y que para el mobiliario harán mamparas altas; hay otros que dicen que hay que olvidarse de las oficinas, ya que todo el mundo trabajará en casa. Pero aquí lo interesante es entender que el ser humano es un ente social por naturaleza”, opina Alberto Laris, Socio-Director Desarrollo Estratégico de la empresa constructora Gaya.
Ante estas declaraciones, él asegura que difícilmente la gente dejará de congregarse o llevar a cabo reuniones, y no sólo para actividades del trabajo, ya que asegura que como ente social se necesita forzosamente el contacto, la convivencia y la correlación entre los seres humanos, como es en el trabajo, donde se pasa muchas horas.
Para el bienestar y seguridad de las personas los nuevos diseños de las oficinas deben contemplar una ventilación natural, que desde hace algún tiempo se había dejado de considerar en los edificios. “Empezamos a sellar las torres con fachadas de cristal que se ventilaban, enfriaban o calentaba por medios mecánicos; de alguna manera esos sitios se iban enfermando si no se les daba un mantenimiento, esto provocaría el síndrome del edificio enfermo (Sick Building Syndrome)”. Las personas se cuestionan que si con el Covid-19 o la llegada de otros virus, estos medios mecánicos que se instalen en los edificios seguirán siendo eficaces.
Sergio Pérez Castilla, Director de los Servicios Corporativos Globales en México de Newmark Knight Frank (NKF) menciona que hasta que no se definan puntualmente las reglas de interacción humana, sobre todo en términos regulatorios, no se podrá determinar si el uso de espacios corporativos puede solucionarse mediante sistemas de filtración o un completo rediseño que permita aire corriente.
En el tema de los espacios de trabajo, anteriormente, a finales del siglo pasado, cada persona tenía una extensión de 14 a 15 metros cuadrados; sin embargo, posteriormente cambió a 7 u 8 metros para cada una. De acuerdo al pronóstico de Alberto Laris, con el distanciamiento como medida preventiva el estándar de m2 se rediseñará como estaba antes. Este cambio se deberá al costo-beneficio que tendrán las firmas, porque es una realidad que resulta más costoso la ausencia del personal por enfermedad, que el alquiler de nuevos espacios o la remodelación o mejoras en los filtros de ventilación en un edificio.
La tecnología jugará un papel importante, ejemplo de esto es la instalación de controles biométricos de temperatura, en el que en el lobby se podrá identificar si la temperatura de las personas es alta, asimismo, el individuo pasará por lo menos un arco o un túnel para medir su magnitud.
En relación a las áreas comunes, estas cambiarán algunos espacios y se esperá que sean más flexibles. Alberto Laris comenta que, lo que hoy se conoce como un área de recepción posteriormente será una sala de conferencias, mientras que un área de abierta podría utilizarse cuatro o tres horas para capacitación y posteriormente el mobiliario podrá moverse para otro uso.
La revolución del mobiliario
Antes de la llegada de las crisis del Covid-19, en la industria mobiliaria ya había un regazo en venta de productos derivado de la recesión económica. “La situación de hace dos meses que estaba teniendo el mercado y más la situación del Coronavirus da pie a una parálisis total y se frena todo, ya que la prioridad es sobrevivir, tanto personas como empresas”, explica Pablo Caso, Director de Innovación de la empresa de mobiliario Vonhaucke.
El mobiliario que ha cambiado son las sillas, que ahora son ergonómicas; sin embargo, no todas las personas cuentan con este tipo de equipo en sus oficinas, entonces de acuerdo con el directivo de Vonhaucke, las personas que no cuentan con un moblaje adecuado no son productivas o competitivas, y esta es una de las razones por las que la gente llegue a faltar a su trabajo.
Alberto Laris comenta que han existido malos, regulares, buenos y exitosos equipos que han revolucionado la industria corporativa. Los diseñadores de mobiliarios han estado investigando todos los días las necesidades de las personas al igual que las firmas dedicadas al diseño de muebles. “Están muy en contacto con las exigencias reales de quién ocupa los espacios de oficinas, por lo cual son un laboratorio constante; se espera que en poco tiempo den a conocer un nuevo modelo”.
Pablo Caso menciona que están trabajando en mobiliarios para la actuales y nuevas oficinas, pero es una realidad que habrá cambios en la manera de crear espacios de trabajo, de manera que el mobiliario será una herramienta clave para crear una burbuja de seguridad y salud a cada persona.
Por Rubi Tapia
Este es un fragmento del artículo EL DISEÑO DE LAS OFICINAS POST COVID-19 de la edición 120 https://inmobiliare.com/inmobiliare_v2/inmobiliare-120/