La pandemia está cambiando distintos aspectos de la vida entre ellos la concepción del diseño en los centros de trabajo. De acuerdo con la marca mexicana PM Steele, se está dando un cambio de paradigma, una transición de lo “sedentario a lo nómada”, lo que impacta en la proyección de los espacios de oficina.
Según la firma especializada en mobiliario, durante años el diseño corporativo apostó a la incorporación de elementos que remitieran a la libertad o la naturaleza, para generar la sensación de un espacio único y creando atmósferas que promovieran el bienestar físico y mental.
En ese momento, se determinó que los coworkings o los espacios abiertos eran una alternativa innovadora para aumentar la productividad, puesto que, favorecían el confort acústico y visual por su apuesta a áreas libres y flexibles que propiciaban la convivencia entre colaboradores, aunque fueran de diferentes áreas y especialidades.
Sin embargo, en la actualidad el principal racional es: “seguir trabajando es prioritario”, a la par de mantener la seguridad y salvaguardar la salud de los colaboradores mediante la sana distancia. Por ello, “los esquemas mixtos serán una opción. Cuidando a los equipos que asistan a la oficina, mientras se optimiza el modelo home office o se adaptan otros lugares para gestionar de manera remota las actividades”, enfatizan los especialistas de la empresa.
Un factor clave en esta revolución, es que la salud de los colaboradores ahora involucra la ergonomía y la paz mental; la cual provendrá, en mayor medida, de que sientan el apoyo y el esfuerzo por parte de sus líderes para minimizar riesgos dentro de sus inmuebles, reconociendo que su capital humano es vital para el funcionamiento de la empresa.
En este sentido, es prioritario entender cómo se va a adaptar una barrera física que, a la vez, rompa la sensación de aislamiento. “Sabemos que la separación física entre los colaboradores en sus estaciones de trabajo, salas de juntas, áreas comunes e incluso, con el cliente es sustancial para prevenir contagios. Cuidar que los biombos y mamparas sean transparentes beneficia el aislamiento a la vez que optimiza la interacción y da la sensación de proximidad”, afirma PM Steele.
En esta etapa, para elegir el mobiliario más adecuado para los ambientes colaborativos se debe considerar, entre otras cosas: el material, por ejemplo, acrílico y/o plástico; una altura óptima de 60 cm para favorece la interacción; la adaptabilidad en escritorios y mesas; las necesidades y espacio de cada sitio.
Adicionalmente, hay un arduo trabajo para adaptar las dinámicas, desde la circulación, evitando los flujos cruzados para reducir los contactos cara a cara, hasta los procesos de convivencia general. “El nuevo concepto emanará de la mano de los nómadas que necesitan atmósferas ergonómicas y seguras, donde pueden estar en sus casas, a la vez que están cerca de sus líderes para hacerse visibles, seguir creciendo dentro de la empresa o institución, impulsar sus resultados y el servicio al cliente, mientras están protegidos ante la contingencia sanitaria” enfatiza la firma.
Miles de empresas hoy en día están a marchas forzadas, para tener procesos organizacionales disruptivos que aceptan el home office como una realidad permanente, a la vez que buscan la manera de regresar a los centros de trabajo de forma segura.