El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, tiene como eje central de su agenda política llevar a cabo un plan de infraestructura billonario que aumentará la calidad de vida en su país y les permitirá competir con los chinos en la carrera tecnológica. En un comienzo pidió 2.25 billones de dólares al senado, pero la propuesta fue rechazada, por lo que bajó el monto a 1.7 y nuevamente la fracción republicana ha hecho una contrapropuesta en la que aceptan otorgar 928 mil millones de dólares como máximo.
Esta réplica fue diseñada por Shelley Moore Capito, senadora del Partido Republicano de Virginia Occidental, y contempla una inversión de 506 mil mdd en carreteras, puentes y otras construcciones de desarrollo urbano; 98 mil mdd para transporte público; 46 mil mdd destinados a ferrocarriles de carga y desplazamiento de personas; 21 mil mdd en seguridad; 56 mil mdd en aeropuertos; 22 mil mdd en almacenamiento de agua; 72 mil mdd en infraestructura de agua; 65 mil mdd en banda ancha; 22 mil mdd para puertos y vías marítimas; y 20 mil mdd para financiar gastos de infraestructura.
Biden declaró en una reunión con los republicanos en la Casa Blanca que no pensaba conformarse por menos de un billón de dólares, por lo que, ante la situación actual, el mandatario quiere coincidir con Moore Capito para negociar nuevamente.