Coliving, la nueva tendencia derivada del Coworking

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Una de las ventajas de la tendencia llamada co-living es la relativa facilidad con la que los jóvenes pueden independizarse, encontrar un lugar cerca de su trabajo y de esa manera ahorrar tiempo y dinero en sus traslados diarios.

Este modelo no es nuevo, pero recientemente ha crecido su auge, pero recapitulando ¿cómo es esta nueva forma de obtener un lugar para vivir?

Para empezar, hace no muchos años inició la tendencia del coworking, que sin ir más lejos tiene como objetivo primordial que los trabajadores tengan varios espacios para poder realizar sus labores en vez de estar en lugares fijos como cubículos y oficinas, además de convivir con sus colegas.

¿Qué beneficios trae trabajar en coworking?

Ser independiente y trabajar en un coworking trae consigo beneficios para el desarrollo de emprendedores y freelancers, como:

  • Generar contactos al relacionarse con trabajadores independientes de su misma área o rubros complementarios.
  • Reducir los costos que implica arrendar su propia oficina y equipamiento.
  • Espacio para reuniones para dar un aire más profesional cuando se tengan que reunir con clientes o colaboradores.
  • Reducción del aislamiento que significa trabajar desde casa.

Este nuevo modo de establecer rutinas y relaciones laborales ha evolucionado hasta llegar al área de la vivienda, lo que se traduce en una nueva manera en la que la gente puede vivir en comunidad además de contar con todos los servicios por los que se paga una cuota.

Otra de sus ventajas, es la manera en la que los interesados pueden encontrar un lugar cerca de su trabajo y de esa manera ahorrar en tiempos de traslado. Sin embargo, no se debe olvidar que según reportes inmobiliarios como el de Lamudi, se ha detectado que la mayoría de los millennials están interesados en adquirir una vivienda a largo plazo y son quienes más participación tienen en la búsqueda de bienes raíces online con un 54% de participación promedio.

La generación millennial es a final de cuentas la que ha contribuido al aumento de ambas tendencias, ya que no tienen problemas al desarrollar nuevas formas de convivencia, no solamente con personas cercanas a ellos sino con completos extraños con los que inclusive pueden compartir áreas comunes de un hogar, como pueden ser la cocina, comedor, área de lavado, baños, entre otros. Quizá es esa ansia de independencia, pero al mismo tiempo una necesidad de convivir con más personas y evitar la soledad, las que han determinado que esta forma de vivir es la que se adapta 100% a las nuevas generaciones de adultos jóvenes.

Especialistas del mercado inmobiliario alrededor del mundo han llegado a asegurar que los lugares destinados al modelo de co-living tienen una rentabilidad superior a los modelos tradicionales. Pues, según explican este tipo de proyectos pueden generar una ganancia del 7.5%, una rentabilidad mayor a la tradicional.

Cabe mencionar que, en estos lugares, el periodo de renta mínimo es de seis meses y en ocasiones y dependiendo de las necesidades, se llegan a incluir servicios como luz, agua, gas, internet y limpieza.

El concepto parece ser hasta el momento una buena solución para aquellos que aún no están en la posición de hacer contratos a largo plazo (por su edad, por sus actividades laborales y a veces por sus ingresos), sin embargo, se deben analizar otros factores como si los costos son los reales o si son excesivos y hacer una lista de pros y contras sobre esta tendencia y qué tanto puede favorecer al sector inmobiliario a nivel estatal y nacional; sin embargo, esta tendencia no solo ha crecido en la Ciudad de México y empieza a tener una participación importante en ciudades como Guadalajara y Monterrey.

De acuerdo con los expertos en el sector, esta nueva práctica inmobiliaria progresará en los próximos años debido a la alta demanda de vivienda en las grandes urbes, en el caso de nuestro país tras la desaceleración que vivió el sector inmobiliario, las operaciones han fluido gracias a las rentas, y en este modelo las rentas suelen darse en lugares con una gran plusvalía ya que como se mencionó, un punto importante es estar cerca de los centros de trabajo.

En el caso de la Ciudad de México, las zonas donde ha florecido el co-living, donde el precio de renta se divide entre 3 o 4 residentes, es en las colonias: Condesa, con un precio promedio de renta de 19 mil pesos; Roma, 20 mil pesos; Juárez, 22 mil pesos; Santa María la Ribera, 11 mil pesos; Nápoles, 20 mil pesos y Del Valle, 18 mil pesos.

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Sin embargo, las dudas que surgen alrededor de esta tendencia tienen que ver con el alza de precios que han sufrido los inmuebles, es decir, antes se podía adquirir una propiedad cerca de los centros de trabajo más populares por un millón o millón y medio de pesos, ahora un inmueble en esa zona podría costar hasta el doble haciendo casi imposible que una persona joven pueda adquirirla en un corto o mediano plazo.

Otro punto en contra se ha visto reflejado en las redes sociales, donde se comenta que el esquema no beneficia a todos, sobretodo cuando se han desalojado a personas de edificios, quienes a pesar de pagar su renta, son despojados de su vivienda para ofrecersela a quienes pueden pagar más.

Para algunos, este modelo es el resultado de las políticas públicas que no están hechas para resolver realmente el problema de la demanda de la vivienda, y lo ideal sería que las autoridades logren que sea más equitativa, eviten la gentrificación y faciliten la obtención de una propiedad a la generación millennial.

Por Lamudi

Este es un artículo de la edición 118 https://inmobiliare.com/inmobiliare_v2/inmobiliare-118/

*Nota del editor: Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Inmobiliare.