Comprar departamento o casa propia es uno de los pasos más importantes en la vida de las personas. Desafortunadamente, entre toda la oferta también existe la posibilidad de caer en alguno de los fraudes inmobiliarios más comunes en México.
De hecho, ser víctima de esto es más fácil de lo que parece. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) incluye en su top 10 de quejas las actividades ilícitas en el sector de bienes raíces.
Incluso, hasta antes de la pandemia, la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) estimaba que anualmente se perdían cerca de 600 millones de pesos por esta clase de estafas a nivel nacional.
Karim Goudiaby, fundador y CEO de la inmobiliaria digital NEXIMO, señaló que el entorno inflacionario, aunado a la situación geopolítica, podría resultar en mayores aumentos en los precios de vivienda, lo que crea el escenario perfecto para que los defraudadores actúen.
“Mucha presión viene con la compra de un inmueble. Habrá quienes deseen comprar ahora que todavía no suben esos precios o las tasas de interés hipotecarias”, comentó.
Ante este panorama, el directivo compartió cinco claves de los fraudes inmobiliarios más comunes en México, que todo potencial comprador de casa o departamento debe tener en el radar.
Ofertas irresistibles
El “bueno, bonito y barato” no es una frase confiable en el entorno inmobiliario en México. Los fraudes en este sector a menudo se cuelan en las redes sociales o incluso en sitios de clasificados de renombre bajo la apariencia de excelentes oportunidades.
“Si el precio de la casa o departamento que te interesa está 10% o más abajo que el promedio dentro del mercado para propiedades similares, tómalo como una señal de alerta”, dijo el experto.
Asimismo, destacó que los remates hipotecarios pueden ofrecer descuentos de hasta 60% del valor original, sin embargo, se trata de operaciones con muchos riesgos.
“Debes tener mucha asesoría y el apoyo de un abogado especialista. Toma en cuenta que en un remate no compras una propiedad, sino el derecho de litigar por ella, lo cual puede costar mucho tiempo y dinero”, afirmó.
Cuídate de los falsos asesores inmobiliarios
La falta de profesionalización en el sector de bienes raíces en México permite que casi cualquier persona pueda vender una casa.
En este sentido, es recomendable investigar sobre la trayectoria del asesor, consultar sus redes sociales y cerciorarse de que pertenezcan a una inmobiliaria o franquicia reconocida.
Asimismo, deben contar con alguna certificación y una oficina física establecida fácil de localizar.
Pagos adelantados, uno de los fraudes inmobiliarios más comunes en México
Uno de los fraudes inmobiliarios recurrentes en México se da cuando el supuesto vendedor convence al interesado de que está fuera del país y que debe hacer pagos por adelantado.
“Desde luego nunca debes hacer tratos con alguien que no conozcas en persona, que no demuestre fehacientemente que es dueña del inmueble y que este tiene el estatus legal para ser vendido. ¡Mucho menos hagas apartados o abonos sin recibir comprobante alguno!”, advirtió Goudiaby.
Cobro por trámites gratuitos
El Infonavit ha perdido en la última década más de 340 millones de pesos debido a actividades ilícitas de falsos gestores, también llamados “coyotes”.
De hecho, se sabe que estos llegan a cobrar hasta seis mil 500 pesos por “resolver” trámites gratuitos y fáciles de realizar por los mismos derechohabientes.
“Si eres trabajador, toma en cuenta que los trámites ante esta institución no tienen costo y que puedes hacerlos en su página de internet. Sólo ten a la mano CURP, RFC y Número de Seguridad Social (NSS). ¡No necesitas ayuda de nadie, solo saber a dónde dirigirte!”, sostuvo el CEO de Neximo.
Precaución con las preventas
Las preventas inmobiliarias son una excelente opción para los compradores que no tienen prisa de mudarse. En esencia, se compra un papel, un proyecto en desarrollo, de ahí que esto se llegue a prestar a fraudes.
La recomendación aquí es investigar al desarrollador inmobiliario, qué otros proyectos ha hecho y pedir documentos como la escritura del terreno y la licencia de construcción.