Por Rogelio Maximino Navarro de la Torre, Socio Grupo Link
Maxn@grupolink.com.mx
Suecia es “la sociedad más exitosa que el mundo jamás ha conocido”, declara el periódico de izquierda The Guardian; “los suecos lideran las reformas en Europa”, declara el periódico capitalista Financial Times; sólo el modelo nórdico “combina tanto equidad como eficiencia”, explica un reporte reciente de la Comisión Europea.
Para los europeos no hay duda, Suecia es el país que genera los mejores cambios urbanos en el mundo, en beneficio de una sociedad igualitaria y cada vez con mayor acceso a bienes de capital y de consumo. Le llaman “El Factor Sueco”.
Para los suecos no hay duda, Hammarby Sjöstad es el desarrollo que recorre la frontera de lo sustentable hacia la consolidación social, comercial y cultural de Estocolmo.
Hammarby Sjöstad -o “ la ciudad que rodea el lago Hammarby”- es una comunidad desarrollada en 200 hectáreas con 9 mil departamentos, el cual alberga una población de 20 mil personas y 200 mil metros cuadrados de espacio de piso comercial, atrayendo a otras 10 mil personas para trabajar en la zona.
Este desarrollo es una enorme lección para las ciudades del mundo que pretendan reciclar áreas urbanas en desuso, como por ejemplo las viejas áreas industriales de nuestras ciudades, rodeadas de guetos pobres con malolientes cloacas. De ahí precisamente idearon invertir en el sur de Estocolmo, para desarrollar una co
munidad que hoy es orgullo de los suecos, y es el caso de éxito en urbanismo sustentable reciente de mayor impacto en Europa.
Este desarrollo de 9 mil viviendas y poco menos de 5 mil automóviles residentes, resuelve su movilidad mediante ferry, tranvía y bicicletas principalmente, sólo poco más de la mitad de los Hammerbienses ocupan un automóvil.
El ADN del desarrollo es:
- Densidades urbanas de 5 o 6 niveles, la llamada densidad verde que garantiza territorio eficiente de desarrollo, con distancias de recorrido cortas para los usuarios y visitantes.
- Movilidad universal , diversos modos de llegar y moverse a través del desarrollo, privilegiando a los peatones, discapacitados, ciclistas y al transporte público.
- Las aguas residuales de los apartamentos se convierte en energía térmica y biogás para su uso en plantas de calefacción del distrito y los vehículos de transporte público.
- Los residuos sólidos resultantes de la transformación de las aguas residuales se convierten en abono y se utiliza en la forestación , ahií mismo en las áreas verdes de Hammerby.
- La basura se recoge con el sistema de residuos ENVAC; los residuos se acopian y se transportan a través de una red de tuberías subterráneas a los puntos centrales para la recolección por medios neumáticos, lo cual asegura que no haya basura en las calles ni malolientes contenedores de basura en el paisaje urbano.
- En la traza urbana existen múltiples calles sólo para peatones, el automóvil se restringe a calles de acceso a
estacionamientos y algunas áreas comerciales. - Existe un eminente esfuerzo por la creación y mantenimiento de áreas verdes y cuerpos de agua vinculados a zonas de esparcimiento para niños, jóvenes y adultos.
- La mezcla de usos de suelo permite la presencia de comercio y servicios en las plantas bajas de los departamentos, esto permite que las distancias hacia el kinder, la oficina y la tienda sean cortas y eficientes, desactivando el uso del automóvil.
En Suecia no existe la vivienda social , pero existen políticas para poder o rentar en el mercado inmobiliario abierto, departamentos que ofrezcan la mejor calidad de vida a los suecos. Esto hace que desarrollos como Hammerby se activen fácilmente, ya que la oferta es de calidad y facilita la vida a sus residentes.
El origen del proyecto es eminentemente sustentable, al reciclar una vetusta zona industrial decadente del sur de la ciudad y crear el barrio con mejores componentes sustentables a un precio asequible, gracias a las políticas de inversión público-privadas suecas que enseñan al mundo cómo crear valor con inversiones inteligentes en favor de la gente.
Las lecciones que podemos aprender de este desarrollo, tanto autoridades como inversionistas en México, son diversas y profundas. Este desarrollo demuestra con categoría, que hablar de comunidades y desarrollos sustentables tiene que tener como primera condición un buen manejo de la movilidad y la densidad urbana, más que poner árboles o separar la basura; ¡ambas cosas son necesarias!, pero el buen manejo de factores urbanos tiene por mucho, menor huella de carbono que un desarrollo sin esta primera condición.
En la sustentabilidad social se ha demostrado en innumerables ocasiones, que el tejido natural social de una comunidad es mejor que segregar por ingreso a la población. Los desarrollos que reciclan partes de la ciudad en desuso tienen apoyos y financiamientos que facilitan el desarrollo y los privilegia para insertarlos en la trama urbana con productos actualizados, donde gana la ciudad, gana el inversionista y ganan los usuarios.
En México, nuestras autoridades e inversionistas insisten en invertir en viviendas unifamiliares, colonias de casas en -clusters o privadas- que se han hecho hasta el cansancio. Debemos aprender lo antes posible de las experiencias de éxito en otras partes del mundo, los cuales han desarrollado modelos con mejor calidad, a mejores precios, y con visiones de sustentabilidad de vanguardia.