Lanza Semovi convocatoria para innovar el sistema de movilidad de la CDMX

0
749

Debido a que la emergencia sanitaria y el regreso a la “nueva normalidad” implica nuevos retos en cuestión de movilidad y ocupación del espacio público, la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, ha lanzado la convocatoria “Propulcity” para encontrar soluciones innovadoras que puedan ser implementadas por las autoridades y que faciliten la movilidad segura de los usuarios del sistema de  la capital mexicana. 

Pueden participar empresas emergentes, organizaciones privadas, sociedad civil, estudiantes, particulares y el sector privado en general. La recepción de propuestas estará abierta hasta el 10 de julio de 2020. Y las tres más innovadoras contarán con un apoyo económico de 300 mil pesos

Las propuestas deben enfocarse en los cinco retos principales que han sido identificados:

Gestión de la demanda

Evitar la saturación del sistema de transporte público a través de estrategias que establezcan un regreso paulatino y escalonado por sector, poniendo especial atención en identificar los horarios pico, para poder gestionarlos, así como el tránsito en calles y espacios públicos. Del mismo modo, se busca impulsar que gran parte de los viajes que realicen los usuarios sean sustentables, no motorizados y que tengan espacio suficiente para respetar el distanciamiento social. 

El objetivo de lo anterior es que se garantice la seguridad de las personas que viajan, al mismo tiempo que se evita el aumento de la congestión vial, la mala calidad del aire, y el nivel de accidentalidad. 

Algunas de las preguntas guía para los interesados en participar en esta categoría son: ¿Cómo incentivar el desarrollo compacto para viajar menos y en distancias más cortas?;y ¿cómo evitar que la demanda de viajes migre a viajes motorizados individuales (como automóviles y motocicletas) que derivarían en congestión y mala calidad del aire?.

Transporte público 

La intención es adoptar soluciones que permitan la prevención del contagio por Covid-19, considerando las características inherentes de los sistemas de transporte colectivo y masivo de la ciudad, que representan un alto riesgo; pero manteniendo su capacidad de operación para facilitar la realización de las actividades esenciales. 

¿Qué estrategias de comunicación, objetivos, mensajes y temporalidades deben implementarse?; ¿Qué comportamientos de los usuarios y del personal pueden modificarse para evitar el contagio?; y ¿Qué estrategias de seguridad deben implementarse para salvaguardar la salud de los trabajadores del transporte público?, son algunas de las preguntas a resolver por los participantes.

Movilidad activa

Se centra en reconocer cuáles son los viajes indispensables que pueden realizarse de modo sustentable y  cumpliendo con las medidas sanitarias. Para esto, se requiere concoer los factores externos de riesgo y la forma en que pueden ser controlados, como por ejemplo: el comportamiento vial de los vehículos motorizados que afectan la seguridad de los usuarios que utilizan transportes alternativos como la bicicleta. 

Sostenibilidad financiera

Lo central de este problema es dimensionar el impacto social, económico y financiero que tiene el sector de transporte público, y a su vez, promover acciones que hagan frente a la baja de la demanda y el colapso de los viajes que comprometen la sostenibilidad financiera de los sistemas. Ya que el 40% de la población mexicana utiliza transporte público, y de éste dependen 160 mil empleos. Sin embargo, derivado de la pandemia se registraron pérdidas de 9 mil 800 mdp puesto que muchas personas decidieron cambiar su modo de trasladarse. 

Ante esto, los desafíos son: ¿Qué mecanismos y modelos de negocios innovadores pueden propiciar la sustentabilidad financiera de los sistemas de transporte?, y ¿qué fondos y mecanismos nacionales e internacionales se detectan para el alivio del estrés financiero?; entre otros. 

Gestión del espacio público

El propósito es analizar qué medidas pueden implementarse en los espacios públicos y lugares concurridos de frente a la “nueva normalidad”.  Se espera una redistribución de los espacios, control de aforos y horarios escalonados. Para esto, algunas  preguntas eje son: ¿Qué demanda y particularidades tiene cada espacio público y cómo caracterizarlos de forma que permita plantear soluciones específicas?; y ¿cómo asegurar la capacidad de aforo del 30% durante la etapa de semáforo rojo y naranja?.