En los últimos años, China vivió un alza en los precios de inmuebles de vivienda resultado de agresivas políticas monetarias, que tuvieron como objetivo dar plusvalía al sector bienes raíces y alentar el apetito de inversionistas locales, quienes disfrutan de los beneficios de comprar en grandes urbes como Shanghai.
Sin embargo, las condiciones macroeconómicas mundiales y la guerra comercial con Estados Unidos ponen en peligro al rally en los precios de vivienda, situación que ya prende focos rojos entre los grandes empresarios.
Un análisis emprendido por The Wall Street Journal indica que, de cara a los retos que enfrenta la economía del Dragón Asiático, el gobierno de este país ya toma medidas drásticas para desacelerar el precio de la vivienda.
Algunas de las políticas emprendidas por el gobierno de Xi Jinping envían un claro mensaje, de acuerdo con el diario especializado en análisis financiero: “la vivienda es para ser habitada, no para fines de especulación”.
Aunado a la disminución del apetito de inversionistas chinos por el mercado inmobiliario de los Estados Unidos, destino atractivo para abrir la cartera, y las estrictas políticas de Australia para la regularización de la tenencia de bienes raíces por parte de extranjeros, los profesionales del corretaje de esta nación temen quedarse sin opciones.
Para los ciudadanos chinos, las políticas adoptadas por su gobierno han resultado contraproducentes, ya que la plusvalía de la vivienda era esencial en carteras de inversión e, incluso, para las finanzas personales de algunos.
“Me están orillando a morir”, dijo un manifestante durante un showroom de bienes inmuebles celebrado en la ciudad de Tianjin. Este evento estuvo sujeto a estricta vigilancia policial para evitar la confrontación con autoridades presentes en congresos y paneles.
Aunque la política podría beneficiar a los sectores menos privilegiados de la sociedad, son los propietarios de inmuebles quienes pagan los ‘platos rotos’ de los drásticos puntos de vista del gobierno chino.