De acuerdo con el Socio Líder de Riesgo Regulatorio en Deloitte México, es precisamente el punto anterior, uno de los grandes retos del sector Fintech en el país, que sumado a los temas de seguridad/ ciberseguridad, representan un papel importante para el buen funcionamiento y desarrollo de los esquemas digitales del sistema financiero.
No solo se trata de temas regulatorios, ya que debido a la información que las empresas manejan, estas deben estar preparadas para los posibles ataques cibernéticos, “deberán contar con las mejores aplicaciones y con mejores procesos de prevención de riesgos”.
Asimismo, comenta que en el caso específico de las entidades de financiamiento colectivo (crowdfunding) y de los fondos de pago electrónicos, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores emitió disposiciones de carácter secundario par prevenir y establecer medidas de seguridad dentro de estas nuevas entidades. Lo que ayudará al fortalecer la menera en la que se comparten y resguardan los datos, así como la administración de los riesgos informáticos.
Recientemente, Banxico emitió las primeras reglas secundarias del modelo de banca abierta u open banking, contemplado en la Ley Fintech, mediante la cual, entidades del ecosistema financiero podrán compartir información a través de las interfaces de programación de aplicaciones informáticas (API, por sigla en inglés).
Este modelo está contemplado en el artículo 76 de la Ley Fintech, donde se instaura la obligación a distintos actores del ecosistema financiero a establecer API, con el fin de compartir información entre sí.
La información que se tiene permitido compartir, siempre y cuando la persona lo autorice, son los datos abiertos, es decir, aquellos de información de productos y servicios que ofrecen al público en general; agregados, toda la estadística relacionada con productos y operaciones realizadas por las instituciones, así como los transaccionales, que es términos simples, se trata del comportamiento financiero del usuario.
El principal objetivo de todas y cada una de las regulaciones para este sector, es lograr una mayor inclusión financiera de manera fácil y segura, por lo que Carlos Orta apunta que con el paso del tiempo y con un mayor entendimiento, se logrará tener a futuro un impacto positivo en el tema.
“Se ha visto que una mayor inclusión financiera tiene impactos positivos en el crecimiento económico ya que las personas pueden tener acceso no solo al ahorro (que en algunos casos tampoco tenían), sino también a microseguros, créditos y contar con un historial crediticio que les permita, a la larga, tener mayores productos financieros con mayor valor agregado”.
Mientras que para las empresas, también se traduce en mayor acceso al financiamiento en mejores condiciones crediticias, lo que les permitan tener capital de trabajo para invertir, generando empleos y crecimiento a largo plazo.
Por Mónica Herrera
El texto es un fragmento del artículo ¿CÓMO SE ENCUENTRA EL SECTOR FINTECH EN MÉXICO? de la edición 119 https://inmobiliare.com/inmobiliare_v2/inmobiliare-119/