La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), comunicó que destinará más de 3 mil millones de pesos en el mejoramiento urbano de los municipios aledaños al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en Santa Lucía; incluyendo también a Ecatepec, Texcoco y Chimalhuacán, a fin de beneficiar a cerca de 4.2 millones de mexicanos.
El titular de la Sedatu, Román Meyer Falcón, indicó que el Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) incentivará la economía, generará empleos e incrementará el bienestar en las comunidades.
Los municipios beneficiados del entorno de Santa Lucía son: Zumpango, Tecámac, Tizayuca, Jaltenco, Tultitlán, Tultepec, Nextlalpan y Tonanitla.
La Sedatu ha identificado que en la zona se ubican 117 mil viviendas abandonadas y solo seis de los municipios aledaños cuentan con un plan de desarrollo urbano,pero no está actualizado.
“Actualmente de Nextlalpan a Tecámac se hace una hora de distancia a pesar de estar apenas a unos kilómetros porque no hay vialidades que las conecten. Requiere ser integrada como centro principal del aeropuerto, pero que en su entorno también haya movilidad eficiente, transporte público de calidad y que el crecimiento urbano se genere en las zonas más aptas”, explicó Daniel Fajardo, Coordinador General de Desarrollo Metropolitano.
Por otra parte, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), prevé que el número de empleos directos se incremente de 16 mil 688, a partir del arranque de operaciones del aeropuerto en 2022, hasta alcanzar más de 250 mil en 2052. Del mismo modo, se estima un crecimiento poblacional de más de un millón de habitantes para la misma fecha.
El Programa Territorial Operativo (PTO) de la zona norte del valle de México, reveló que se requerirán 245 mil nuevas viviendas; así como 6 mil 126 hectáreas para la construcción de zonas industriales, de servicios, y espacios de recreación.
Las estrategias de mejoramiento incluyen la recuperación de viviendas abandonadas, ocupación de vacíos urbanos como lotes baldíos, e identificación de reservas urbanas donde sí y donde no se debe construir.
Asimismo, Román Meyer señaló que la intención es tener una planeación anticipada para evitar lo que sucedió con en Texcoco, ya que sin un programa claro “gana el que tiene más dinero, el que especula con la tierra, el que puede llegar y abusar del campesino que, por ejemplo, tiene sus tierras agrícolas y se las compran muy barato para construir enormes unidades habitacionales”, apuntó.