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    La importancia de la vivienda en la formación de clase media sólida como motor del desarrollo equilibrado de México

    Pensar que México puede ser un país sin pobreza o al menos con una pobreza mínima (si es que esa idea pueda llegar a ser ‘aceptada’), sin desarrollar políticas públicas que estén primordialmente enfocadas en la creación y fortalecimiento de la clase media, es irresponsable en absolutamente todos los sentidos.

    La formación de clases media en todo el mundo requiere de acciones y políticas públicas básicas para poder tener un crecimiento constante de este grupo social y económico fundamental para el desarrollo y estabilidad de todos los países.

    El principal motor para la creación de la clase media está en tener un Estado de Derecho sólido y confiable que permita a todos los ciudadanos tener certidumbre en sus procesos de decisión patrimonial, tanto personal como de emprendimiento económico. La certidumbre se logra a través de instituciones autónomas que limitan el poder de políticos y funcionarios públicos otorgando estabilidad social, jurídica y económica, lo que a su vez se convierte en desarrollo permanente que causa y motiva a que las personas estén dispuestas a asumir compromisos de mediano y largo plazo.

    Ahora bien, en prácticamente todos los países desarrollados, en particular en países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la formación del patrimonio de la clase media se genera a través de la vivienda, ya que este es el activo por excelencia, en el que las familias que van logrando tener excedentes en sus ingresos invierten para tener certidumbre y poco a poco ir formando lo que se conoce como ‘patrimonio familiar’.

    Interesante reflexión sobre este tema tiene que ver con el altísimo porcentaje de propietarios de vivienda sin crédito hipotecario en los países que hasta principios de los años 90 fueron parte del bloque comunista que hoy afortunadamente ya no viven esa miseria y son miembros de la OCDE como Rumania, Bulgaria, Hungría, Lituania, Eslovenia; Letonia, Polonia y la República Checa por mencionar algunos otros. Mientras vivieron bajo la dictadura de la URSS el valor de sus viviendas era de prácticamente cero porque no existía un mercado y hoy esas mismas viviendas son la base del desarrollo económico de las familias.

    En estos países ex comunistas vemos índices muy altos de propietarios de vivienda sin crédito hipotecario y porcentajes de viviendas con créditos hipotecarios sumamente bajos, porque la política pública de vivienda familiar fue una prioridad y la vivienda no se adquiría, más bien, se asignaba en función de intereses políticos.

    A diferencia de países ex comunistas hoy miembros de la OCDE, en aquellos países donde la vivienda ha sido adquirida a través del esfuerzo del ahorro, orden financiero y procesos de formación de riqueza utilizando los beneficios del crédito hipotecario como herramienta para formar el patrimonio familiar y clase media, apreciamos una situación a la inversa, vemos un alto porcentaje de viviendas comparadas con crédito hipotecario, un muy alto nivel de arrendamientos y un muy bajo nivel de vivienda libre de deuda.

    El índice promedio de propietarios de vivienda sin crédito hipotecario de países miembros de la OCDE es de casi 43% siendo Rumania el más alto con 95%, mientras que en México 59.2% de la vivienda está sin deuda y solo el 10% de la vivienda fue comprada a través de un crédito hipotecario. En el caso de Suiza sólo el 4.8% de la vivienda está sin deuda, 33% con crédito hipotecario y 55% en arrendamiento.

    En mi opinión nuestros principales socios comerciales cuentan con un sano equilibrio de procesos de formación de patrimonio y mantenimiento de formación de clase media a través de la vivienda, ya que en Canadá 39% de la vivienda cuenta con crédito hipotecario vigente, casi 30% sin deuda y 31% está en arrendamiento mientras que Estados Unidos 40% de la vivienda fue adquirida utilizando los beneficios del crédito hipotecario, 23% no tiene deuda y 35% está en arrendamiento.

    En esencia las personas en todo el mundo crecemos económicamente cuando existe estabilidad macroeconómica sustentada en un Estado de Derecho donde el poder de políticos y funcionarios públicos están limitados a través de instituciones autónomas que permiten a la sociedad exigir políticas públicas orientadas a la educación de calidad y por ende a la formación de riqueza para la mayoría a través del emprendimiento y compra de vivienda cada vez de mejor calidad usando los beneficios del crédito hipotecario.

    Esta es sin duda la fórmula de crecimiento que México necesita y que como ciudadanos debemos exigir a políticos de todas las ideologías si realmente queremos ser un país donde la pobreza desaparezca a través de la generación de riqueza en sentido amplio generando una clase media sólida.

    Por Fernando Soto Hay, Director de Tu Hipoteca Fácil

    Este es un artículo de la edición 122 https://inmobiliare.com/inmobiliare-122/

    Nota del editor: Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Inmobiliare.

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