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    La sustentabilidad del negocio inmobiliario

    Las inversiones inmobiliarias siempre generan rendimientos y son altamente rentables en tiempos de incertidumbre económica. Adquirir una vivienda es una de las decisiones más importantes de la vida, pero el rentar también lo es. Ayudar a las personas en este trámite o sueño debe de ser una experiencia positiva y no abrumadora.

    En el universo del real estate, la coyuntura económica ha hecho que propios y extraños se esmeren en ocupar espacios de manera más eficiente. Hace un par de años vivimos un “parón” obligatorio de casi todas las industrias; sin embargo, el sector vivienda continuó operando con cierta normalidad asumiendo los cuidados necesarios. No hay que olvidar que la vivienda es una necesidad básica del ser humano y, por lo tanto, se adapta a las necesidades del momento.

    Hablando de los espacios, muchos hábitos laborales han evolucionado, contar con una oficina física se convirtió en un plus que por el momento vivido no daba valor agregado. Los asesores inmobiliarios, pese a la poca adaptación tecnológica, se vieron obligados a evolucionar de la mano de distintas herramientas, empezando por el celular. Comenzaron esta transición para lograr subsistir en medio de una situación atípica. Además, a la larga, este escenario virtual abrió otras oportunidades a la cartera, tener un ahorro en tiempos de incertidumbre económica era fundamental para subsistir.

    Uno de los aprendizajes para el sector inmobiliario fue el hacer más con menos, el asesor inmobiliario se ha transformado con el paso del tiempo, pero aún no lo ven de esa manera. Hoy, es un asesor de inversiones que maximiza tu capital y orienta sobre el futuro de tu patrimonio. Para lograr esto, tuvo que identificar ciertas áreas de oportunidad y tener un conocimiento pleno de la actividad de la industria de bienes raíces.

    Para lograr la sustentabilidad económica dentro del negocio inmobiliario se tuvo que identificar el tamaño del mercado que querían atacar y saber cuál es el potencial del crecimiento que pueden obtener.

    De acuerdo con Grissel Oropeza, Marketing Manager de Wiggot, para tener una estabilidad de negocio, y más tratándose del sector de bienes raíces, “es necesario tomar en cuenta los objetivos específicos de tu negocio, los niveles de crecimiento que puedes tener, establecer metas continuas y reales, además no diversificar desde el inicio”.

    La reducción de costos, o “el hacer más con menos”, involucró tener otro tipo de espacios, las oficinas virtuales y coworking tomaron gran relevancia, esto le permitió a las agencias inmobiliarias, sin importar el tamaño, reducir costos hasta un 60% en servicios y renta de oficinas.

    Monetizar el tiempo fue esencial, las reuniones/visitas virtuales maximizaron los ingresos de los profesionales inmobiliarios, los trayectos fueron más eficientes, el cuidado de la salud permeó sobre la necesidad de estar presencialmente. El mundo digital comenzó a inundar de ideas, y hasta la publicidad en redes sociales fue más efectiva y económica para aminorar el impacto a las finanzas.

    Sustentabilidad también abarca otro aspecto en la industria de los bienes raíces. El cuidado del medio ambiente se ha puesto bajo el reflector y todos los nuevos desarrollos de vivienda cumplen a cabalidad las normas establecidas. El universo de los asesores paulatinamente ha tomado acciones para disminuir el impacto ambiental que provocaba su actividad cotidiana.

    Gracias a la tecnología y estructura legislativa con la que cuenta México, la validez de los contratos en digital es la misma que los físicos, en la CDMX y algunas zonas del Estado de México, hay cerca de millón y medio de unidades de vivienda destinadas para renta, ahora si eso se traslada al consumo de papel y que al menos un contrato tiene 10 hojas, estamos hablando de una cantidad bastante considerable en ahorro de papel y solo hablando de contratos, ya que también existen otros tipos de documentos en los que era necesario tener el documento físico.

    La sustentabilidad ambiental va de la mano con la económica, las iniciativas que se realicen en pro del medio ambiente generan un impacto positivo en la cartera. El gobierno actualmente da estímulos fiscales a las empresas que generan un impacto positivo en el medio ambiente, si bien requiere una inversión importante, con el paso del tiempo se verá retribuido en el consumo e impuestos que se lleguen a pagar.

    Como negocio se tiene que pensar en todas las directrices que presenta el mercado actual, desde la competencia hasta cubrir las necesidades actuales de mercado. Hoy los futuros compradores de vivienda demandan otro tipo de soluciones ambientalmente amigables, es una gran oportunidad para todos aquellos dedicados al desarrollo de nuevos complejos habitacionales, escucharlos y para los asesores transmitir este mensaje en pro de la sustentabilidad de los negocios inmobiliarios.

    Por Wiggot

    Para obtener más información, visite: www.wiggot.com

    *Nota del editor: Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Inmobiliare.

    Este es un artículo de la edición 133 https://inmobiliare.com/inmobiliare-133/

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