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    Oficinas debilita a las Fibras

    El segmento de oficinas atraviesa uno de sus periodos más complicados, ya que la campaña de sana distancia y el confinamiento como medidas de prevención ante la propagación del COVID-19 provocaron que muchas empresas recortaran su plantilla laboral y optaran por el home office, lo que ocasionó la reducción de espacios, desocupaciones y escasas operaciones en renta o venta.

    Si bien, en Ciudad de México, que representa alrededor del 80% de los espacios corporativos del país, Monterrey y Guadalajara el crecimiento del inventario por nuevos proyectos ubicaba sus tasas de ocupación al alza, la crisis por la pandemia provocó que dicha tasa se ubicará alrededor del 82% al cierre de 2020.

    Esto también afectó a las Fibras con este tipo de activos. FUNO, que concentra el 72% de las oficinas que son propiedad de las Fibras, tuvo una reducción de 500 puntos base en su tasa de ocupación general y se ubicó en 78.6 por ciento. La tasa de ocupación de Fibra Danhos, con presencia en los principales corredores de CDMX, cayó 1,420 puntos base y se situó en 74.5%; mientras que Fibra Monterrey cerró con una tasa de 86.2 por ciento.

    Esto ocurre aun cuando las Fibras crearon estrategias para diferir rentas a sus clientes, sanitizar complejos, entre otros esfuerzos.

    El escenario a corto y mediano plazo para el segmento de oficinas aún es complejo, pues las empresas continúan con dificultades económicas y es posible que algunas adopten el home office de manera permanente para la totalidad o una fracción de su base laboral. Sin embargo, si el mercado y las Fibras logran reconfigurar el negocio y aprovechar los modelos híbridos de trabajo, sin duda, saldrán avante.

    Recuperación paulatina de las Fibras comerciales

    El segmento comercial también fue fuertemente afectado por la pandemia, ya que los cierres totales de los complejos comerciales afectaron los ingresos de los inquilinos, lo que provocó desocupación de espacios.

    Para ayudar a sus inquilinos, los fideicomisos inmobiliarios también realizaron diferimentos de pago de rentas, descuentos, sanitizaron complejos, capacitaron al personal con medidas empleadas con la nueva “normalidad” y se adaptaron a las reaperturas paulatinas que se han acordado en los últimos meses. Sin embargo, las tasas de ocupación también bajaron.

    La tasa de Fibra Uno se ubicó en 90.9%, la de Fibra Shop en 92.6%, la de Fibra Danhos en 91.8%, mientras que la de la reciente Fibra SOMA se situó en 93 por ciento.

    Las prácticas de consumo del país indican que la recuperación de este segmento será paulatina y ya está comenzando. Esto porque la relación entre el consumidor y la plaza comercial continuará como espacio de esparcimiento y de compras, incluso con el acelerado crecimiento del e-commerce.

    Algunos de los retos para las Fibras

    Este año estará lleno de retos para las Fibras, puesto que la pandemia todavía frenará el crecimiento económico del país, por lo que las empresas continuarán con la cautela en nuevas inversiones y se verá reflejado en las operaciones inmobiliarias.

    Además, los fideicomisos enfrentarán la reconfiguración de los segmentos comercial y de oficinas.

    Con su experiencia en sector inmobiliario y la disrupción que han emprendido algunas Fibras en el mismo, se espera que 2021 sea un año también dinámico para los fideicomisos y aprovechen las nuevas tendencias como el e-commerce, el nearshoring, y el trabajo híbrido, por mencionar algunos.

    Por: Sergio Mireles, director general de Datoz y Pamela Ventura, análisis y contenidos.

    Este es un fragmento del artículo Fibras‌ ‌llegan‌ ‌a‌ ‌su‌ ‌primera‌ ‌década‌ ‌con‌ ‌retos‌ ‌post-pandemia‌ de la edición 125 https://inmobiliare.com/inmobiliare-125/

    *Nota del editor: Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Inmobiliare.

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