De acuerdo con Enrique Téllez, presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), en 2003 la industria restaurantera representaba 15% de espacio en los centros comerciales, ahora, supera el 30 por ciento. Actualmente, en los desarrollos de los socios, estos espacios suman 7.4 millones de m2, en los que entre abril a septiembre de 2020 se han cerrado 335 locales en la Ciudad de México, lo que ha provocado pérdidas por 120 millones de pesos.
Asimismo, destacó durante el webinar “Cada empleo y cada negocio cuenta”, organizado por la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), que el cierre de oficinas ha sido una de las mayores afectaciones a la actividad económica en la CDMX y Zona Conurbada, debido a que diversos negocios dependen y se desarrollan alrededor de este segmento.
“Se han impactado a 10 mil 800 puntos de venta de las industrias comercial, restaurantero y hotelero que generan 231 mil empleos formales e informales”.
Igualmente, destacó que en los siete corredores de oficinas en la capital del país (Insurgentes, Perisur, Reforma, Nuevo Polanco, Polanco, Lomas Altas y Santa Fe), existen un total de 10 mil 600 establecimientos de preparación de alimentos y bebidas en los que trabajan 75 mil personas que se han visto afectadas.
Por su parte, Francisco Fernández, presidente nacional de la Canirac explicó que a nivel nacional, la industria restaurantera genera 2 millones 100 mil empleos directos y 3.5 millones indirectos. Actualmente, se han perdido más de 400 mil empleos directos durante los meses de pandemia.
Finalmente, los panelistas coincidieron en que de haber otro cierre de actividades, ya no se contará con liquidez para solventar esta segunda etapa de la pandemia, puesto que los ahorros que tenían los empresarios ya fueron invertidos en meses anteriores. Y de presentarse esta situación, coincidieron, las autoridades deben establecer un balance entre lo sanitario y lo económico para no afectar aún más las actividades económicas.