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    Teodoro González de León, ideador de la CDMX

    Los diseños del arquitecto le han aportado a la ciudad más que un horizonte peculiar, se han convertido en referentes, le han dado identidad. La arquitectura está de luto.
    La madrugada del 16 de septiembre falleció el arquitecto Teodoro González de León, a los 90 años de edad. Creador de algunos de los más emblemáticos edificios de la Ciudad de México, su legado arquitectónico va más allá de altas construcciones y bellos diseños, fue un hombre preocupado por la recuperación del espacio público.
    Su amigo y colaborador, el Arquitecto Miquel Adriá, Director de Arquine, comentó durante la presentación de La Guía Teodoro González de León, que “lo que más le interesaba al maestro, era usar la arquitectura como una herramienta para aportar algo a la ciudad, no sólo cumplir con los requisitos del programa; no sólo cumplir con los requisitos del cliente”.
    El Director de Arquine dijo a Inmobiliare que Teodoro,  además de ser un gran ideador de la ciudad, era un gran amigo. “Con él rápidamente llegábamos a la esencia, nos brincábamos esas cosas previas tan comunes en México, que hacen que cueste mucho llegar a la esencia, llegar al corazón, llegar a la cabeza. Nos saltábamos esos golpecitos, todas esa previas -¿cómo has estado? ¿qué te has hecho?- Él llegaba directo, preguntando ¿ya leíste esto? ¿puedes ir conmigo a ver aquéllo?; si yo le decía, Teodoro quiero ir a ver la exposición  de Corbuse en Nueva York, quiero ir contigo; él contestaba, Ok, ¿Te viene bien tal día? Íbamos a cualquier lugar e inmediatamente entrábamos en materia. Después, nos íbamos a cenar y a discutir. Me enseñaba de música y discutíamos sobre arquitectura. Era infatigable, siempre directo, preciso. Entrañable”.
    Los proyectos de Teodoro González de León son hoy referentes de la Ciudad de México; no se puede pensar en ciertas partes de la ciudad sin aludir o recurrir a algún proyecto que él diseñara. Cristina Garza Zepeda, Directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, comentó para Inmobiliare, que “Teodoro es el constructor del México moderno, realmente su obra transformó la visión de la ciudad de México. Era un hombre muy preocupado por conservar las ciudades y era un gran observador de ellas; las caminaba, las entendía, las sentía… Siempre pensaba en quién iba a habitar los edificios, no sólo en la arquitectura. Creo que es una de las sensibilidades muy especiales de su personalidad”.
    Con motivo de la celebración de los 90 años del arquitecto, sus colegas y amigos trabajaron en la compilación y actualización de la obra de Gonzalo, en la La Guía Teodoro González de León, que recopila los diseños más emblemáticos, principalmente en la Ciudad de México y otras partes del interior de la República Mexicana. El Secretario de Cultura de la CDMX, Eduardo Vázquez Martín, comentó durante la presentación, que “hemos pasado de celebrar los 90 años de Teodoro, a comenzar a echarlo de menos. Teodoro, hasta el último día, estuvo trabajando; hasta el último día, tuvo plena conciencia del mundo; hasta el último día, su palabra era precisa, articulada, sugerente, inteligente. Recuerdo que no hace mucho le preguntaban cuál de sus obras era la que más le gustaba, y dijo, la que estoy haciendo ahora. No era un hombre que estuviera pensando en el pasado, que estuviera reconociendo su vida y su aportación, sino que era alguien que todos los días empezaba a construir algo”.
    Y si bien su obra es vasta, su gran amigo comentó para la revista que, “el parteaguas es el Colegio de México, me parece una obra por demás extraordinaria; en esa línea, sin duda, el Museo Tamayo; y de los últimos años, El Pantalón, Reforma 222 o el MUAC, a través de los cuales armó nuevos iconos urbanos de más valor”.
    Entre sus diseños se encuentran: Torre Arcos Bosques -El Pantalón-, Torre Virreyes, Palacio de Justicia Federal, El Museo de sitio de Tajín, la remodelación del Colegio Nacional, el Conjunto habitacional Mixcoac, la Sala Bancaria de Nafinsa, el Fondo de Cultura Económica, el Nuevo Palacio Legislativo de Guanajuato, la Unidad Habitacional Fuentes Brotantes, el Auditorio Nacional y el Museo Tamayo -que realizó junto con Abraham Zabludovsky-, entre muchas otras dentro y fuera del país.
    Los diseños son únicos por sus formas y estructuras; sin embargo, su colaborador Miquel Adriá detalló que es el uso del “concreto aparente cincelado lo que le da su sello único y perfectamente identificable”. En cada uno de los proyectos, también se observa la intención de generar espacios públicos, aunque la obra fuera privada, porque de acuerdo con Adriá, a Teodoro González de León “le interesaba por encima de todo la construcción de la ciudad”.
     
    Por Liz Areli Cervantes
    liz,cervantes@inmobiliare.com
     

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