En los últimos días, la Zona Metropolitana del Valle de México ha sido azotada por lluvias torrenciales, junto con las constantes contingencias ambientales decretadas por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), lo que ha puesto en evidencia algunos de los retos que enfrentan las grandes ciudades. Una de las propuestas que cobra fuerza en este contexto son las “ciudades de 15 minutos”.
Dicho modelo plantea que cualquier persona debería acceder a servicios esenciales, por ejemplo, salud, empleo, educación, compras y recreación a pie o en bicicleta en un radio no mayor a 15 minutos desde su hogar.
“Ciudades como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey tienen el potencial de avanzar hacia modelos urbanos más integrados, donde las áreas residenciales, comerciales y de servicios estén mejor conectadas. Apostar por la descentralización del trabajo y fomentar el uso de espacios flexibles no solo responde a una demanda laboral contemporánea, sino que también puede contribuir a reducir la huella ambiental, dinamizar las economías locales y mejorar la cohesión social”, comentó Alvaro Villar, Head de Ventas Hispanoamericanas de WeWork.
De acuerdo con WeWork, las ciudades de 15 minutos no son una utopía, sino una invitación a imaginar un entorno más accesible, saludable y funcional. Su estratégica requiere inversión estratégica y colaboración entre sectores; pero sobre todo exige una visión moderna del trabajo y del urbanismo, en la que la cercanía se valore tanto como la conectividad.

¿Existen las ciudades de 15 minutos en México?
El estudio “Retos y perspectivas del trabajo 2024” de WeWork señala que el 42% de los trabajadores mexicanos recorren entre 10 y 50 kilómetros para llegar a sus empleos; mientras que un 31% está a una distancia de entre 3 a 10 kilómetros.
“Esta distancia afecta considerablemente el tiempo de desplazamiento diario y, por ende, la calidad de vida de los empleados”.
El 49% de los mexicanos usan un vehículo para llegar a sus lugares de trabajo, contribuyendo a la congestión del tráfico y a la contaminación urbana; el 34% recurre al transporte público, y dentro de ese grupo, el 17% depende de aplicaciones de movilidad para completar su trayecto.
“En este escenario, la flexibilidad laboral y el acceso a espacios de trabajo más cercanos al hogar se perfilan como soluciones prácticas para mejorar la movilidad urbana y reducir la presión sobre la infraestructura”.
Datos de WeWork señalan que la flexibilidad en el trabajo está más presente, en 2029 solo el 11% de los empleados tenía este esquema híbrido, en la actualidad ese porcentaje a escalado al 64%, impulsado por la búsqueda de un mayor equilibrio entre lo personal y lo profesional.
“Acercar el empleo al hogar no es solo una respuesta a las condiciones climáticas extremas o a los cuellos de botella del tráfico urbano: es una apuesta por ciudades más humanas, resilientes y preparadas para los desafíos del futuro.