Los cambios recientes en el mercado dan un mayor énfasis en la conversión de edificios antiguos para nuevos usos, una práctica también conocida como reutilización adaptativa. Hoy en día, tanto el sector como los desarrolladores reconocen la importancia de preservar la identidad histórica de estos edificios, y ven atractivo el potencial de ahorro de inversión que implica reutilizar construcciones existentes.

La reutilización adaptativa en la construcción es un enfoque que busca adecuar y renovar estructuras existentes para satisfacer nuevos propósitos o necesidades, en lugar de demoler y construir desde cero. Este enfoque se fundamenta en la idea de conservar y revitalizar edificios históricos, infraestructuras o espacios urbanos, brindándoles una segunda vida útil.

El mercado en evolución está motivando a propietarios y desarrolladores a replantear sus inmuebles existentes de diversas formas. A continuación, se presentan cuatro formas en las que esto sucede:

1. La reutilización se está convirtiendo en una solución más rápida y rentable que la nueva construcción, sobre todo en zonas urbanas.

2. Reutilizar edificios antiguos ya no significa sacrificar la flexibilidad.

3. Los entornos que rodean los edificios también brindan oportunidades para ser reacondicionados, fomentando así una mayor participación dentro de la comunidad.

4. La reutilización ofrece una vía para la descarbonización y las metas de ESG.

Dado que la sostenibilidad forma parte del ADN de la empresa Perkins&Will desde hace largo tiempo, se han logrado grandes pasos para superar los retos de la neutralidad de carbono para incorporar prácticas de diseño y construcción
más sostenible.

La demolición de edificios y la construcción de nuevas edificaciones desde cero conlleva una significativa huella de carbono, debido al consumo de recursos y la emisión de gases de efecto invernadero asociados a estas actividades. Según datos de la conferencia de la ONU en COP27, en 2022, el sector de la construcción fue responsable de más del 34% de la demanda energética y alrededor del 37% de las emisiones de CO2 asociadas a la energía y sus operaciones. Estas emisiones alcanzaron un equivalente a diez gigatoneladas de dióxido de carbono, un 5% más alto que en 2020 y un 2% por encima del pico prepandémico de 2019.

Participación de los edificios en el consumo total de energía final en el 2022 (izquierda) y participación de los edificios en las emisiones globales de energía y procesos en el 2022 (derecha).

La mejor opción radica en adoptar la Reutilización Adaptativa, una práctica que revitaliza edificios antiguos sin los impactos ambientales de la demolición y la nueva construcción. Algunos ejemplos incluyen la conversión de fábricas en departamentos residenciales, la transformación de edificios industriales en espacios comerciales o culturales, y la renovación de edificios históricos para albergar oficinas, restaurantes u hoteles. Este enfoque no solo preserva el patrimonio arquitectónico y cultural, sino que también es más sostenible ambientalmente al reducir la necesidad de nuevos materiales de construcción y minimizar los residuos de demolición.

DE INDUSTRIAL A COMUNIDAD

Uno de los primeros proyectos desarrollados por Perkins&Will México que ejemplifica la reutilización adaptativa es el proyecto urbano “Diaz Ordaz”, ubicado en Monterrey, Nuevo León. El Plan Maestro comienza abordando la segregación social generada por más de 20 años de desarrollo industrial descontrolado y barreras físicas como autopistas y ferrocarriles. El Distrito busca mitigar esta segregación social mediante la transformación de antiguos edificios industriales en espacios abiertos y parques urbanos, promoviendo una conexión norte-sur y fomentando el bienestar comunitario y ambiental.

La configuración del proyecto tiene como objetivo evocar el patrimonio industrial de la ciudad mediante la creación de espacios conmemorativos que exhiban la maquinaria utilizada en años pasados por la industria. Además, se propone una transición hacia tecnologías más sostenibles, promoviendo la gestión adecuada de residuos en todos los niveles para mejorar la convivencia con el medio ambiente. Se planifica la integración de tecnologías renovables de última generación adaptadas a la escala del proyecto. La estructura propuesta contempla el uso de nuevas tecnologías en las fachadas para reducir al mínimo la dependencia de sistemas mecánicos.

Dado el cambio de zonas industriales a usos mixtos en gran parte de México, el proyecto se convierte en un modelo para abordar la transformación urbana en América Latina, estableciendo una colaboración entre los sectores público y privado para obtener mejores resultados en la implementación de este tipo de proyectos.

POR: ANTONIO PEREZ, YASMIN HAMED, YARESSI TREVIÑO, PERKINS&WILL

*Nota del editor: Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Inmobiliare.

Es un fragmento del texto Construyendo un futuro a través de la Reutilización Adaptativa de la edición 143 https://inmobiliare.com/digital/INMOBILIARE-143.pdf