La reconfiguración global de las cadenas de suministro ha dado lugar a una tendencia crecimiento: el nearshoring, que no solo ha impactado al mercado industrial y de vivienda, sino también el sector inmobiliario turístico de México. 

Hay que recordar que esta estrategia de relocalización de las empresas buscar acercar la producción y las operaciones empresariales a los mercados de consumo. 

“El beneficio que va a tener es de gran proporción hacia el sector inmobiliario, dado que va a provocar una derrama económica considerable; en el caso de México se va a estimular el desarrollo y la construcción de nuevos complejos habitacionales en las diversas zonas turísticas, lo que también llevará a un impulso de esas comunidades y con ello a la creación de empleo”, comenta Carlos Ortega director Operativo de Coldwell Banker Gold en Mexicali, en entrevista para Inmobiliare. 

Asimismo, resalta que ya se ha detonado nuevos hoteles en México, derivado del nearshoring, hay cerca de 300 mil viviendas vacacionales disponibles y 985 mil habitaciones hoteleras. 

“Se prevé que para los próximos años también se va a triplicar inclusive a un periodo en cinco años esa demanda de propiedades en los puntos turísticos”. 

De acuerdo con el informe de tendencias de la cartera de proyectos de construcción de América Latina del segundo trimestre de 2024 de Lodging Econometrics (LE), al cierre del segundo trimestre, este continente cuenta con 253 proyectos con 44,319 habitaciones en construcción, refleja un aumento interanual del 11% en proyectos y 15% en habitaciones. 

Entre los países Latinos con mayor número de proyectos en cartera al cierre del segundo trimestre se encuentra México, con 226 proyectos y 33,599 habitaciones; cabe señalar que la Ciudad de México es de las principales con los proyectos más grandes en desarrollo, con 22 unidades y 2,467 cuartos. 

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Carlos Ortega, Director Operativo de Coldwell Banker Gold en Mexicali.

Beneficios del nearshoring en el sector inmobiliario turístico de México

Carlos Ortega menciona que los destinos turísticos vacacionales se han convertido en zonas de negocios, ejemplo de ello han sido Los Cabos, Baja California Sur, Riviera Nayarit, Riviera Maya y Playa del Carmen. Entre los beneficios que estos lugares obtendrán son: 

Incremento en la demanda de propiedades: Genera una mayor necesidad de viviendas y espacios comerciales en destinos turísticos.

Diversificación del mercado inmobiliario: Las áreas que antes eran menos conocidas o menos accesibles, ahora atraen a turistas y residentes, lo que amplía las opciones disponibles para los visitantes y promueve un turismo más distribuido.

Revalorización de propiedades: La inversión extranjera y el incremento de la demanda han llevado a una apreciación significativa de los inmuebles en zonas turísticas. 

Afluencia de capital extranjero: La presencia de empresas multinacionales ha traído consigo una oleada de inversión en infraestructura, desde hoteles, hasta complejos residenciales, lo cual no solo mejora la calidad de los bienes raíces, sino que también fomenta la modernización de servicios e instalaciones.

Desarrollo de infraestructura: Incentivado de la construcción y mejora de infraestructura local, como carreteras, aeropuertos, servicios públicos y espacios recreativos.

Incremento en el empleo: Oportunidades laborales en la construcción, el mantenimiento y los servicios asociados, lo cual beneficia a las comunidades, al proporcionar empleos directos e indirectos, impulsando la economía regional.

Mejora en la calidad de servicios: Restaurantes, centros de salud, y servicios de entretenimiento, de los principales destinos turísticos, se han actualizado y diversificado para satisfacer las expectativas de una clientela más exigente.