En un país de alto riesgo telúrico como lo es México, los sistemas de control sísmico son una alternativa para proteger a las personas y los bienes materiales. Dichos dispositivos operan mediante la disipación de energía, a través de amortiguamientos y otras metodologías de ingeniería estructural.

Un ejemplo de esto es Quasar, firma mexicana pionera en esta materia, que diseña estructuras eficientes, seguras y con un bajo impacto en el medio ambiente, debido al uso de los materiales necesarios para su construcción.
Al respecto, Juan Manuel Fuentes García, director técnico de Quasar, indicó que la incorporación correcta de estos sistemas en los inmuebles les permite salir ilesos o con menor daño en un evento sísmico.
“Su uso permite que la estructura pueda seguir operando tras el suceso. Además, están regulados en las leyes, las normas y los reglamentos a nivel internacional”, compartió el experto en entrevista para Inmobiliare.
Para Fuentes García, los sistemas de control sísmico también son un beneficio financiero, pues reduce el gasto de mantenimiento posterior tras un temblor.
“Desde quitar y poner un vidrio, hasta reparar fisuras graves en paredes, sobre todo es efectivo si esto se hace desde el inicio de la obra”, declaró.

Foto: Holcim
Sistemas de control sísmico más utilizados en el sector
Entre los sistemas de control sísmico más utilizados, el especialista destacó los muros viscosos, que a diferencia del aislamiento convencional, no se colocan entre una columna y la otra, sino que forman parte de los muros de la estructura.
Otra técnica que ha tratado de implementar Quasar en sus proyectos es el control activo, el cuál puede trabajar potenciado por la Inteligencia Artificial.
“El control activo mantiene una posición sin perturbación, mientras evalúa qué tanto la estructura debe soportar de acuerdo a la situación del sismo. Así, regula el comportamiento del edificio de acuerdo a la intensidad”.
También existen otros ejemplos como aisladores sísmicos; disipadores metálicos o de fricción; y amortiguadores de masa o líquido sincronizada. Incluso sistemas que combinan estos componentes pasivos con otros activos como sensores de movimiento o procesamiento de datos.
Finalmente, remarcó que se trata de un campo con mucho potencial para la Ciudad de México, particularmente, para los edificios que ya están construidos y requieren algún tipo de reforzamiento de forma segura.
