The Standard Residences Brickell: 5 claves de inversión en el segundo proyecto residencial de la marca en EE. UU.

The Standard Residences Brickell es el segundo proyecto residencial independiente de la marca en Estados Unidos. Analizamos ubicación, precios, amenidades y las 5 claves de inversión que vuelven atractivo este desarrollo frente al Miami River, en el corazón de Brickell.

Cuando se habla de branded residences en Miami, el nombre de The Standard Residences Brickell empieza a aparecer cada vez con más fuerza. El proyecto marca la segunda incursión residencial independiente de la marca The Standard en Estados Unidos, después de su exitosa experiencia en Midtown Miami, y se integra a un plan maestro que está redefiniendo la ribera del río en pleno distrito financiero.

Detrás del desarrollo están Newgard Development Group y Two Roads Development, en alianza con el equipo de The Standard. La torre forma parte de One Brickell Riverfront, un complejo de uso mixto que busca combinar vivienda, comercio y servicios en uno de los puntos más estratégicos de Brickell, a unos pasos de Brickell City Centre y del sistema de transporte público.

Desde el inicio, la apuesta del proyecto fue clara: no competir solo con metros cuadrados y acabados, sino con una propuesta de estilo de vida ligada al ADN de The Standard, la marca de hospitalidad que hoy forma parte del grupo Hyatt. Esto coloca a The Standard Residences Brickell en una categoría distinta frente a otros condominios residenciales del área.

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Cómo es The Standard Residences Brickell

En términos físicos, The Standard Residences Brickell se concibe como una torre de aproximadamente 46 niveles que albergará 422 residencias. Las tipologías van desde estudios hasta unidades de dos recámaras, con superficies que se mueven entre 46 y 90 m², pensadas para un público que prioriza ubicación, amenidades y marca por encima de la gran metraje privado. Los precios de salida rondan los 600 mil dólares, colocándose en el segmento medio-alto del mercado de Brickell.

La arquitectura corre a cargo de Arquitectonica, despacho con larga historia en Miami, mientras que los interiores los desarrolla GOOD.RICH junto con el estudio interno de The Standard. El resultado buscado es una torre con identidad propia, reconocible desde la calle y coherente con el lenguaje visual de la marca: espacios sociales protagónicos, uso cuidado del color y un guiño constante al mundo del diseño y la cultura.

La comercialización está en manos del equipo de desarrollo de ONE Sotheby’s International Realty, que apunta de forma directa al comprador global: latinoamericanos, estadounidenses y europeos que ya ven a Brickell como “base de operaciones” en la ciudad.

Ubicación: Brickell, el río y la vida peatonal

El terreno de The Standard Residences Brickell se ubica en 690 SW 1st Ave, dentro de One Brickell Riverfront y justo junto al Miami River. La localización permite combinar la energía del distrito financiero con la vida de barrio que se ha ido consolidando alrededor del río y de Brickell City Centre.

La proximidad al sistema de transporte —Metromover y Metrorail— refuerza el atractivo para perfiles que trabajan en la zona y quieren reducir el uso del automóvil. Al mismo tiempo, la cercanía inmediata a restaurantes, hoteles, oficinas y retail de alto nivel hace que el edificio se inserte en uno de los ecosistemas urbanos más densos y líquidos del mercado estadounidense.

Para un inversionista, esto se traduce en profundidad de demanda: más gente queriendo vivir, rentar o simplemente pasar tiempo en el entorno directo de The Standard Residences Brickell.

Amenidades: hospitalidad llevada al residencial

La gran diferencia de The Standard Residences Brickell frente a otras torres de condominios está en el programa de amenidades y en cómo se usan. El proyecto replica la lógica de un hotel de lifestyle, pero al servicio de residentes y sus invitados.

En la azotea, en el piso 46, se concentra uno de los principales ganchos del proyecto: una alberca con servicio de bebidas y toallas, quioscos de sombra, cocinas de verano, club lounge y áreas de coworking con salas de juntas y espacios preparados para videollamadas. La idea es que el residente pueda trabajar remoto, recibir clientes, socializar y relajarse sin salir del edificio.

En un nivel intermedio se despliega un programa de bienestar y ocio que incluye spa con piscinas infinitas al atardecer, saunas y baños de vapor, gimnasio completo, salón de yoga y pilates, bolera, sala de proyección, spa para mascotas, hammam, sala de terapia con sal, cold plunge y un pequeño speakeasy. Todo esto se complementa con restaurantes, uno exclusivo para residentes y otro frente al río en planta baja, además de servicios de concierge y beneficios en hoteles de la marca a través del programa Friends With Benefits.

Más que “amenidades de lujo” en abstracto, lo que se construye es una infraestructura social: espacios pensados para que la vida ocurra en áreas comunes, no solo dentro del departamento.

El contexto de One Brickell Riverfront

El valor de The Standard Residences Brickell no se entiende completo sin ver el contexto de One Brickell Riverfront. El plan maestro plantea varias torres residenciales sobre un podio con comercio y servicios, todo ello frente al río y con conexiones peatonales mejoradas hacia el resto de Brickell.

En el mismo desarrollo se encuentra LOFTY Brickell, otro proyecto de Newgard orientado a modelos de uso flexible y renta de corta estancia. Juntos, estos edificios suman un volumen importante de unidades, amenidades y oferta comercial que refuerza la vida urbana en esa sección del río.

Para el comprador, estar dentro de un master plan así significa beneficiarse de una mayor masa crítica de servicios, de un entorno cuidado y de la atención constante de bancos, fondos y comercializadoras que buscan que el conjunto funcione como un todo.

Dónde está la tesis de inversión

Para un lector de Inmobiliare Investment, la pregunta clave es si The Standard Residences Brickell encaja o no en una estrategia de portafolio internacional.

Por un lado, el proyecto ofrece exposición directa a Brickell, uno de los submercados más líquidos de Miami, con una demanda sólida de renta ligada a servicios financieros, tecnología, consultoría y entretenimiento. El producto compacto pero bien ubicado apunta a perfiles que valoran más el tiempo que pasan en la ciudad que la cantidad de metros que habitan.

Por otro lado, el componente de marca pesa cada vez más. El hecho de que The Standard, hoy integrado al grupo Hyatt, respalde el proyecto añade una capa de confianza y aspiracionalidad que puede marcar la diferencia en reventa y en atracción de inquilinos. No todos los condominios pueden decir que comparten universo con un portafolio de hoteles reconocidos en ciudades como Nueva York, Londres o Ibiza.

La pertenencia de The Standard Residences Brickell a un plan maestro como One Brickell Riverfront aporta un “seguro de contexto”: hay más actores interesados en que el área funcione, desde otros desarrolladores hasta operadores de retail y hoteles. Eso ayuda a preservar el valor del entorno y a sostener la narrativa de largo plazo.

Consideraciones para el inversionista latino

Antes de entrar a un proyecto como The Standard Residences Brickell, cualquier inversionista latinoamericano debería revisar con lupa algunos puntos operativos: reglas de uso respecto a renta de corta estancia, estructura de cuotas de mantenimiento, calendario de pagos durante la construcción, condiciones de financiamiento y exposición al tipo de cambio.

También conviene mirar el ciclo completo de Miami. Después de varios años de fuerte apreciación, la ciudad atraviesa una etapa de normalización, con ajustes en precios y mayor selectividad por parte del comprador. En este contexto, tener una marca potente, una ubicación precisa y un programa arquitectónico sólido se vuelve más importante que nunca.

Conclusión

The Standard Residences Brickell sintetiza varias tendencias del mercado inmobiliario actual: branded residences respaldadas por grupos hoteleros globales, regeneración de frentes de río en ciudades financieras y búsqueda de experiencias de vida completas en un solo edificio.

Para algunos inversionistas será una pieza táctica —exposición a Miami en dólares, dentro de un activo aspiracional—; para otros, un ancla de patrimonio global ligada a una marca con fuerte carga cultural. En ambos casos, entender a fondo la propuesta y el contexto permite decidir si este proyecto merece un lugar dentro de un portafolio que mira más allá de las fronteras mexicanas.

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