Voltalia, desarrolladora de energías renovables, está en conversaciones con Brookfield y ByteDance para desarrollar parques de centros de datos a gran escala en Brasil. Este movimiento responde a la creciente demanda global de infraestructura para computación de inteligencia artificial.
Inversiones y ubicaciones estratégicas
Los proyectos se ubicarán en el puerto industrial de Pecém, Ceará, y podrían alcanzar hasta un gigavatio de capacidad. Voltalia planea abastecer estos centros con electricidad de su cartera de energías renovables en el noreste de Brasil. Los acuerdos finales dependen de la aprobación de nuevos incentivos fiscales para desarrollos orientados a la exportación.
Colaboraciones y costos proyectados
Voltalia ha iniciado conversaciones con grandes empresas tecnológicas de EE. UU., como Alphabet y Meta, buscando socios para financiar la infraestructura requerida. Un centro de datos avanzado de un gigavatio puede costar más de $30 mil millones, mientras que un proyecto de 1.5GW en Río de Janeiro podría costar alrededor de $50 mil millones. 
Brasil se destaca en América Latina en la carrera por los centros de datos de IA gracias a su energía renovable abundante y conexiones de cable submarino en Fortaleza. Casi la mitad de los centros de datos planeados y existentes en Sudamérica están en Brasil.
Inversiones y presencia internacional
ByteDance está en negociaciones avanzadas para un proyecto separado en Pecém. Casa dos Ventos planea una instalación de 300MW con ByteDance valorada en 50 mil millones de reales ($9.4 mil millones), aunque aún no se ha finalizado ningún acuerdo. Brookfield no comentó al respecto.
El gobierno brasileño aprobó recientemente exenciones fiscales para cinco proyectos en Pecém, estimando más de 450 mil millones de reales en inversión durante la próxima década, incluyendo más de 100 mil millones de reales para un centro de datos planificado por ByteDance. El presidente Luiz Inacio Lula da Silva se reunió con ejecutivos de TikTok en Nueva York para discutir la iniciativa.
La creciente participación de inversores tecnológicos chinos ocurre en un contexto de tensiones geopolíticas que han hecho que algunas empresas estadounidenses sean más cautelosas al respaldar grandes proyectos brasileños, abriendo espacio para proveedores de capital alternativos, incluidos fondos globales de capital privado.
