En una sesión de Binance Blockchain Week, moderada por CryptoNews, tres actores de peso —Sam Elfarra de Tron DAO, Marcelo Sacomori de Braza Bank y Daniel Lee de Banking Circle— dibujaron el nuevo mapa de las stablecoins: ya no son un producto de nicho para traders, sino una pieza de infraestructura financiera global.
Las cifras marcan la tendencia: las emisiones y el número de wallets vinculadas a stablecoins crecen en torno al 50%, mientras que sus volúmenes de trading diario ya superan a redes tradicionales como Visa. El foco dejó de ser “si sobrevivirán” y se movió a “cómo se integran en el sistema financiero real”.
Stablecoins como columna vertebral del valor digital
El panel se centró en tres preguntas:

- ¿Son usables como dinero “de todos los días”?
- ¿Qué tan fiables son en momentos de alta volatilidad?
- ¿Qué infraestructura hace falta para soportar su adopción masiva?
La conclusión fue que las stablecoins se consolidan como la capa base de liquidez en el ecosistema cripto y empiezan a jugar un rol similar en pagos y FX:
- Medio de intercambio estable frente a monedas locales volátiles.
- Herramienta de liquidez rápida para empresas que operan en múltiples países.
- Capa técnica para asentamiento tokenizado de activos del mundo real.
El debate ya no es si tienen sentido, sino bajo qué reglas, con qué reservas y quién controla la infraestructura que las mueve.
Brasil: cuando la regulación acelera, no frena
Marcelo Sacomori, de Braza Bank, usó el caso brasileño para mostrar cómo un marco regulatorio claro puede acelerar la adopción, no bloquearla.
Braza emite tokens vinculados al real (BRL) y al dólar (USD), impulsados por:
- demanda de FX,
- pagos corporativos,
- y necesidad de mover valor entre monedas sin fricción bancaria tradicional.
Sacomori subrayó tres puntos:
- Reservas transparentes y verificables de forma independiente.
- Supervisión regulatoria directa del banco central.
- Claridad sobre el estatus legal de esos tokens.
La combinación de producto + regulación ha disparado la adopción institucional en Brasil, donde bancos, fintechs y empresas ven a los tokens como una extensión del sistema financiero, no como un enemigo.
Para Latam, este caso es un benchmark incómodo: muestra que el freno no es la tecnología, sino la falta de reglas claras y supervisores que entiendan la lógica del dinero programable.
Asentamiento tokenizado: lo que faltaba para los activos reales
Desde Banking Circle, Daniel Lee puso el foco en un punto que muchos pasan por alto: si los activos reales tokenizados (bonos, créditos, facturas, inmuebles fraccionados) se vuelven mainstream, el sistema necesita asentamiento tokenizado para estar a la altura.
En su lectura:
- No basta con “envolver” activos tradicionales en un token.
- Para tener transferencias instantáneas y liquidez real, el dinero que liquida esas operaciones también debe vivir en forma tokenizada, bajo marcos como los tokens e-money de la Unión Europea.
Ese tipo de estructura regulada es la que permite a instituciones:
- Cumplir reglas de capital y riesgo.
- Reportar de forma trazable.
- Beneficiarse de la velocidad y trazabilidad del dinero tokenizado sin salirse del perímetro regulatorio.
Para fondos, bancos y plataformas de inversión, esto define la cancha: activos tokenizados sin stablecoins reguladas de liquidación son solo una maqueta incompleta.
LATAM, África y Asia: stablecoins como refugio funcional
Por su parte, Sam Elfarra, de Tron DAO, describió el impulso en Latinoamérica, África, Sudeste Asiático y Medio Oriente, donde millones de usuarios usan stablecoins por una razón simple: confiar más en el dólar que en su moneda local.
Según Elfarra, Tron ha mantenido alto rendimiento y estabilidad operativa incluso en fases de volatilidad fuerte del mercado cripto, lo que ha sostenido su uso en:
- remesas,
- pagos internacionales de pymes,
- resguardo de valor frente a inflación local.
El patrón se repite: mientras en mercados desarrollados el debate va por regulación fina y modelos de negocio, en mercados emergentes las stablecoins se convierten en una respuesta pragmática a problemas concretos de volatilidad, controles de capital y fricción bancaria.
De experimento nicho a eje del intercambio de valor
La sesión cerró con una idea de consenso: las stablecoins están dejando de ser un producto para insiders cripto y se vuelven:
- el rail principal de intercambio de valor entre plataformas,
- el instrumento base para pagos cross-border rápidos,
- el vehículo natural para tokenizar flujos y activos del mundo real.
Para real estate, proptech y plataformas de inversión, la lectura es directa:
- Los próximos vehículos que muevan capital entre países, proyectos y monedas difícilmente podrán ignorar las stablecoins como capa de liquidez.
- El reto no será la tecnología, sino la combinación de:
- regulación,
- transparencia de reservas,
- y diseño de productos que acerquen estas herramientas a usuarios finales sin obligarlos a “aprender cripto”.
Lo que se discutió en Binance Blockchain Week no fue el futuro hipotético del dinero, sino los rieles que ya se están usando hoy para mover valor, especialmente donde el sistema financiero tradicional se ha quedado corto.