Los paneles SIP (Paneles de Estructura Aislada; por sus siglas en inglés) son piezas de espuma rígida cubierta de dos revestimientos sólidos.
Estos se fabrican para usarse en construcciones y facilitan un montaje rápido; están listos para ser pisos, muros y techos.
Los paneles, que no superan los 20 kilogramos por metro cuadrado, tienen una función de aislamiento térmico y sonoro. Además, son muy resistentes, cada metro cuadrado puede soportar 5 kg de carga muerta y hasta 30 kg de carga viva.
La finalidad de los paneles SIP prefabricados es que disminuyan los tiempos de construcción al ya estar listos.
Se estima que reduzcan en un 50% el proceso y produzcan menos desperdicios que los materiales convencionales.
La tecnología de los Paneles SIP fue creada en la década de 1970 en Estados Unidos; hoy en día, este sistema constructivo ha adquirido gran popularidad en países de América Latina como Chile.
No todos los Paneles SIP son iguales
El hecho de que sean prefabricados no significa que no puedan producirse con ciertas especificaciones, como, por ejemplo, tener cavidades para el cableado del hogar.
Asimismo, se hacen de acuerdo con la región donde se instalarán para responder a las condiciones climáticas.
La instalación se logra al montar los paneles sobre soleras de madera, estos se unen a través de listones encolados. Gracias a esta característica, los paneles se pueden incorporar en casi cualquier ambiente.
Algunos arquitectos famosos utilizan esta tecnología como Alejandro Soffia, quien construyó Casalarga en Chile. La casa utiliza 33 paneles de 4.88 metros, los cuales suman 40 metros de largo y un área total de 426 m2.