El siguiente panel trató los nuevos modelos equitativos e inclusivos en la ciudad y el fortalecimiento de la cultura, así como la importancia de llevar el arte a todos los rincones pues es un derecho humano.
Un ejemplo de esto es el Festival de Santa Lucía, el cual es un fuerte impulsor de la cultura en Monterrey.
Su objetivo es acercar el arte a la gente y la calle, impulsando el talento local y trayendo espectáculos internacionales, así como la promoción del cuidado medioambiental.
“Hablamos de un festival muy redondo en el que tenemos este año 286 expresiones artísticas, 860 artistas, 26 locaciones, 43 compañías y 122 instituciones que participan para hacer realidad este festival, así como 36 patrocinadores”, detalló Lorena Canaveti, presidenta de este evento.
Además, compartió que la cultura y tecnología no están peleadas, e incluso, señaló que ésta última, ayudó mucho a promover el arte durante la pandemia, logrando así que no se detuvieran los festivales.
“Tuvimos un festival de drones, plataformas móviles con esos espectáculos y lo importante es no parar, pues la esperanza de seguir teniendo esta cultura es una cosa que nos mantiene vivos”.
En cuanto a responsabilidad social, este festival busca llevar la cultura a todos, ya que lo llevan a penales y centros comunitarios con el objetivo de acercar el arte a toda la población, apoyándose de la tecnología para tener un impacto incluso mundial.
Por otro lado, el trabajo de Liliana Melo ha sido muy importante a través de Paseo de la Mujer, una iniciativa que nació hace 15 años, para reconocer a las mujeres mexicanas y darles visibilidad.
El diseño del jardín estuvo a cargo de la arquitecta nacional, Susana García Fuertes, quien fue la ganadora en un concurso en el que participaron seis expertas.
“Nuestro primer programa piloto en Nuevo León va ser entrar a todas las escuelas públicas y privadas para llevar este proyecto de derechos humanos de la niña y el niño tenga más alcance”.
En cuanto a la parte financiera, destacó que el 52% de la población son mujeres y son ellas quienes toman, en mayor medida, las decisiones financieras y de la vivienda.
Liliana Melo reflexionó durante su turno que en el siglo XXI todos debemos sumarnos para ser más respetuosos.
Durante su participación, Mónica Vázquez de Abanca USA, mencionó que la pandemia transformó el panorama económico mundial y que la tecnología y la sostenibilidad son dos tendencias que han crecido en este periodo.
“La tecnología supuso cambios increíbles y rápidos. Abrió una oportunidad de globalización y diversificación de las empresas. Las empresas buscan ahora ser más globales”.
Mencionó que la palabra clave en los próximos meses va a ser la diversificación, pues las empresas que están concentradas solo en un determinado sector, corren más riesgo.
“La mayor parte de las empresas comienzan a ser más diversas en cuanto a los actores con los que están involucradas y el tipo de inversiones, siendo capaces de separar cada una. Creemos que se abre un mundo de posibilidades para las empresas que quieran subir al tren de la innovación y la tecnología”.
Además, afirmó que cada vez hay más presencia femenina en grandes puestos y todos los niveles en plano de igualdad y compartió que existe un buen trabajo de las asociaciones para que haya más mujeres en altos puestos, además, esas mujeres son capaces de impulsar a otras mujeres”.
“Aquellas empresas que han incorporado un mayor número de mujeres en sus consejos han incrementado sustancialmente sus resultados. Eso es fruto de la casualidad”.
Las panelistas afirmaron que todos los sectores, incluidos el inmobiliario e industrial, deben ser más inclusivos. Todas las compañías deben trabajar en la parte de responsabilidad social, como columna vertebral y deben ser más sostenibles.
La tecnología, consideraron, nos ayudará a esto pues estamos en un proceso de cambio muy importante.
Por Juan Rangel
Este es un fragmento del texto REB+SUMMIT Monterrey destaca la importancia de ciudades sostenibles, verticales y tecnológicas, de la edición 129.