Para regular el problema de falta de vivienda en Portugal, el gobierno anunció un paquete de medidas con una inversión de 900 millones de euros. Además, se incluye el fin del plan “Golden Visas” y la prohibición de nuevas licencias para Airbnb y otros alquileres de corta duración.
El primer ministro, Antonio Costa, declaró que la crisis afecta ahora a todas las familias, no sólo a las más vulnerables. Por esto, la tasa de inflación de Portugal cerró en 2022 con un aumento del 8.3 por ciento.
“Los alquileres registraron una subida muy superior a la inflación en estos últimos 10 años. Los precios actuales son demasiado elevados para el mercado portugués”, detalló el mandatario.
Las nuevas medidas del gobierno portugués fueron aprobadas en un contexto donde el 50% de los trabajadores gana menos de mil euros al mes, mientras que los alquileres han subido con fuerza.
De acuerdo con medios locales, en 2022, los costos se dispararon un 36.9% en Lisboa. Además, el ranking de precios de la plataforma Casafari lo destacó con un precio de vida más caro que Madrid y al nivel de Barcelona.
Es importante destacar que el valor por metro cuadrado (m2) en Lisboa es de 21 euros, solo superado por Milán (23 euros m2) y París (41 euros m2).
El plan se someterá a debate público antes de iniciar su tramitación parlamentaria, el 16 de marzo.
¿Cómo afecta el programa Golden Visas y el aumento de Airbnb al mercado de vivienda portugués?
“Golden Visas” ofrece pasaportes de la Unión Europea a ciudadanos extracomunitarios a cambio de fuertes sumas de capital.
El programa ha atraído inversiones de hasta 6 mil 800 millones de euros, desde su lanzamiento en 2012. Según grupos en defensa de la vivienda, la mayor parte se ha destinado a la creación de viviendas de lujo para este grupo de extranjeros.
Este plan se sumó al “visado para nómadas digitales” introducido en octubre, que dió a los extranjeros con altos ingresos mensuales por trabajo a distancia la posibilidad de vivir y trabajar desde Portugal sin pagar impuestos locales.
Para los grupos defensores, ambas medidas promueven otras políticas para atraer a extranjeros ricos, encareciendo la situación de los altos precios de alquiler.
Por otro lado, el llamado “efecto Airbnb” se ha convertido en un motivo de preocupación importante, especialmente cuando se observa su impacto en el stock de viviendas, los precios y las comunidades.
Un análisis realizado por el Economic Policy Institute detalló que la plataforma de estancias cortas genera un proceso similar al de la gentrificación, que aumenta lentamente el valor de un área hasta desplazar a diferentes sectores.
“Los más afectados son residentes indígenas, expulsados debido a restricciones financieras y sociales. Además, los propietarios mudan sus inmuebles a este sistema, dejando fuera a los residentes locales que buscan alquiler tradicional”, señaló.