El Senado de Francia aprobó una ley que da poder a los alcaldes para prohibir viviendas vacacionales y plataformas tipo Airbnb por un periodo superior a los 120 días al año (cuatro meses).
De acuerdo con la Cámara, el país vive un grave problema de vivienda, debido a que los precios se han disparado por este tipo de oferta. Agregaron que en algunas zonas, los costos de renta han alcanzado a los hoteles.
En cuanto a los ingresos, detallaron que los propietarios tenían una reducción del 70 o 50% en su tributación. Ahora sólo habrá una tributación fiscal del 30 por ciento.
“La diferencia fiscal también era importante porque un alquiler normal tributa como ingreso en el 100% y el alquiler vacacional tenía una reducción sustancial, ahora aminorada”, señaló el Senado.
Además, la norma especifica que las viviendas vacacionales deberán cumplir con la clasificación energética D, aunque dispondrán de una década para alcanzar esta meta.
Tras el informe, Airbnb aseguró que Francia es un mercado importante, por lo que se declaró abierto a los cambios y pidió atacar a los especuladores.
Regulación de Airbnb en Francia comenzó en 2023
Desde 2023, diferentes grupos políticos han buscado reducir el uso e impacto de plataformas como Airbnb en Francia.
En julio, los ministerios de Turismo, Política Local y Vivienda, presentaron un paquete de 14 medidas para reducir el peso de los alquileres turísticos y devolver el mercado habitacional a los usos tradicionales.
La estrategia logró crear una ventanilla única para simplificar el control de estos alojamientos por parte de las autoridades locales, facilitando la aplicación de sanciones. Asimismo, se unificó el número de registro y de identificación fiscal en una única plataforma, para llevar a cabo controles más efectivos y mejor dirigidos.
Por otro lado, los diputados, Julien Bayou, Christophe Plassard e Iñaki Echaniz, presentaron siete propuestas para la reducción del número de pernoctaciones permitidas por usuario en un inmueble, hasta 90 noches como máximo al año.
A nivel mundial, otros países que han implementado regulaciones frente a plataformas como Airbnb son Portugal, Italia (Florencia) e incluso la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.