El arquitecto y miembro de la Real Academia Española (RAE), Antonio Fernández Alba, falleció en Madrid a la edad de 96 años.
Nacido el 17 de diciembre de 1927 en Salamanca, España, Fernández Alba se desempeñó como catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid. Además, fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y arquitecto honorario por los Colegios Profesionales de Colombia.
Entre su obra arquitectónica destacan la recuperación del Hospital San Carlos (ahora Museo Reina Sofía) y la restauración de la Plaza Mayor de Salamanca.
Cabe señalar que parte importante de su trabajo se ubicó en la capital española, como el Tanatorio de la M-30 o el Centro de Investigaciones Biológicas CSIC.
El valor de su obra le valió el reconocimiento como doctor honoris causa por las universidades de Valladolid, Alcalá de Henares y la Politécnica de Cartagena.
Antonio Fernández Alba y su crítica a los problemas urbanos
Su labor en la RAE, se centró en “intentar llevar la voz de la ciudad al lugar donde se crean las palabras”, según sus palabras.
Además, es importante destacar que fue el único arquitecto del actual Pleno de la institución y siempre se mostró analítico con asuntos como la especulación inmobiliaria de las grandes ciudades, principalmente en su nación.
Dicha crítica lo llevó a publicar artículos en medios como EL PAÍS, en los que se ocupó de cuestiones como la enseñanza, la obra de Gaudí y la planificación urbana.
Considerado como uno de los arquitectos más importantes de la segunda mitad del siglo XX, Antonio Fernández Alba recibió, entre otros reconocimientos:
- Premio Nacional de Arquitectura por el Convento del Rollo (1963)
- Medalla de Oro de la Arquitectura (2002)
- Premio Nacional de Restauración por el Observatorio Astronómico de Madrid (1980)