La Arquitectura puede evitar graves afectaciones causadas por las inundaciones y los encharcamientos que derivan de las lluvias, compartió el Dr. Víctor Arvizu, coordinador de la Especialidad n Energía en la Edificación Sustentable de la Universidad Iberoamericana.
De acuerdo con el experto, para que esta disciplina pueda intervenir, es importante la comunicación entre la Academia y los gobiernos, así como el trabajo conjunto para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
“Un conocimiento adecuado del terreno en el que se construye, puede aminorar los efectos de un encharcamiento o inundación. Como profesionistas, lo primero que tendríamos que hacer es revisar los Atlas de Riesgo”, declaró.
El experto detalló que los Atlas de Riesgo, generalmente presentados a través de mapas, recolectan y comparten información sobre amenazas que pueden afectar a una comunidad. En el caso de Ciudad de México, este documento puede consultarse vía web.

Realidad social de México frente a planes técnicos de construcción
Enfocándose en las inundaciones, Arvizu aseveró que, ya identificadas las zonas de riesgo, una solución sería prohibir la construcción en estos lugares.
No obstante, comentó que los problemas vinculados a la naturaleza que afectan a México conviven con una necesidad importante por construir y habitar hogares.
“Tenemos una realidad técnica pero también una realidad social. Teóricamente, no se tendría que construir en estas zonas, pero atendiendo a la realidad mexicana, y si es imperativo edificar, vale la pena valerse de conocimiento y técnicas”.
El experto añadió que se podrían buscar soluciones, como materiales resistentes, captar el agua y reutilizarla, e impermeabilizar adecuadamente.

¿Cómo construir un inmueble para prevenir riesgos por inundaciones?
Frente a los actuales problemas de inundaciones, el académico recomendó que, mientras más elevado sea un proyecto, mayor su resiliencia a los encharcamientos. “Incluso unos cuantos escalones podrían marcar la diferencia”, señaló.
Declaró que es importante construir con materiales adecuados, resistentes al agua, especialmente en las zonas como cimentaciones y plantas bajas. “Estos deben estar correctamente impermeabilizados y sellados”.
También recordó la importancia del mantenimiento que requiere cualquier construcción, particularmente con el tema hídrico, prestando atención sobre todo a los periodos de reforzamiento.
“Es una buena idea considerar proyectos que incluyan elementos que permitan aprovechar las lluvias. Como ciudadanía, estamos acostumbrados a no darle utilidad al agua que cae en calles, azoteas y terrazas”.
Finalmente, el profesor comentó que hay que respetar los cauces naturales de las aguas y reconsiderar edificar en donde históricamente haya habido canales, arroyos o ríos. “El agua siempre encuentra su camino, como dicen, el agua tiene memoria”, afirmó.