El mercado inmobiliario de lujo en Australia atraviesa una etapa de alta actividad, impulsada por compradores de alto patrimonio que buscan activos frente al mar, ubicaciones icónicas y productos con fuerte componente de estilo de vida. Las últimas operaciones en Wategos Beach, Potts Point, Elizabeth Bay y Point Piper confirman la profundidad de este segmento, incluso en un entorno global más selectivo.
Wategos Beach: playa, marca personal y compra al contado
Uno de los movimientos más representativos fue la venta de una casa de playa en Wategos Beach por 17 millones de dólares en 2024. La compradora fue Janine Allis, fundadora de Boost Juice, quien adquirió la propiedad sin financiamiento.
La casa, con cinco habitaciones y tres baños, ilustra varios rasgos del mercado prime australiano:

- Preferencia por activos frente al mar en localizaciones muy consolidadas.
- Compradores con capacidad de ejecutar operaciones al contado.
- Búsqueda de propiedades que funcionen tanto como residencia de lujo como parte de la narrativa de marca personal.
En términos de inversión, este tipo de activo combina escasez de inventario, alta demanda internacional y un valor agregado asociado al lifestyle costero australiano.
Potts Point y Elizabeth Bay: rotación de capital en producto prime
En Sydney, el segmento de lujo urbano también muestra movimiento relevante. La abogada Karen Beck vendió su terraza victoriana en Potts Point por un rango estimado entre 18 y 19 millones de dólares. La operación fue gestionada por un equipo de alto perfil: Jason Boon y Geoff Cox de Richardson & Wrench, Harriet France de Sydney Sotheby’s International Realty y Darren Curtis de Forbes Global Properties.
Beck había adquirido la propiedad en 2016 por 13 millones de dólares, en su momento un récord nacional. Esa marca fue superada en 2019 por Prue MacLeod, lo que evidencia un mercado que ha venido reprecificando sus activos top.
En 2024, Beck volvió a desplegar capital dentro del mismo corredor prime, ahora con la compra de un departamento de 17.5 millones de dólares en Elizabeth Bay, vendido por Tina Green y James Hawkins. Este tipo de rotación muestra cómo los jugadores de alto patrimonio reacomodan portafolios sin salir del segmento ni de la ciudad, pero ajustando tipología de producto y ubicación específica.
Point Piper: penthouses, vistas icónicas y segundas residencias
Point Piper, uno de los códigos postales más exclusivos de Australia, también concentra movimientos relevantes. El empresario e inversor Adam Troost puso en el mercado su apartamento con un precio guía de 13.5 millones de dólares.
Troost había comprado el penthouse en 2021 por 10 millones de dólares a David Roseman, y ahora busca enfocarse en su pasión por los autos clásicos. El departamento ofrece:
- Terraza cubierta con vistas directas al Harbour Bridge.
- Acceso a Seven Shillings Beach.
- Amenidades en el edificio, como gimnasio y alberca en área común.
El activo combina ubicación icónica, vistas privilegiadas y amenidades, todos factores clave en el pricing del segmento ultra prime.
Por su parte, David Roseman, ahora radicado en el Reino Unido, continuó expandiendo su portafolio australiano de lujo:
- Compró una propiedad frente al mar en Point Piper por 16.6 millones de dólares en 2021.
- Adquirió una propiedad en la costa sur de Nueva Gales del Sur por 10.5 millones en 2023.
Este patrón confirma a Australia como base sólida para segundas residencias y refugios de capital frente al mar.
Lecturas para desarrolladores, brokers e inversionistas
Las operaciones recientes en Australia dejan varias señales claras para quienes siguen el mercado de lujo global:
- Lifestyle como driver central: los compradores no sólo buscan metros cuadrados, sino vistas, acceso directo a playa, arquitectura distintiva y amenidades de alto nivel.
- Capacidad de compra sin financiamiento: muchos cierres se realizan sin apalancamiento bancario, lo que reduce riesgo de ejecución y da margen para negociar en función de plazos y condiciones, más que de crédito.
- Plusvalía en ciclos relativamente cortos: el caso de la terraza victoriana de Potts Point muestra incrementos de valor relevantes en menos de una década, reforzando la tesis de largo plazo en ubicaciones prime.
- Mercado secundario activo: figuras como Beck, Troost y Roseman se mueven dentro del mismo ecosistema de barrios y vistas, lo que crea un mercado secundario dinámico con precios de referencia claros.
Para desarrolladores y agentes, el mensaje es contundente: el mercado de lujo australiano seguirá siendo un radar clave para capital global que busca activos escasos, bien ubicados y con respaldo de una historia de plusvalía y estilo de vida.
Identificar microzonas como Wategos Beach, Potts Point, Elizabeth Bay y Point Piper, entender su dinámica de oferta y demanda, y leer los movimientos de jugadores de alto patrimonio será clave para anticipar la siguiente ola de oportunidades.