Gráfico del desarrollo de Barclays Center y Pacific Park en Brooklyn. Muestra planes de vivienda asequible, torres y progreso actual.  Detalles del proyecto. Gráfico del desarrollo de Barclays Center y Pacific Park en Brooklyn. Muestra planes de vivienda asequible, torres y progreso actual.  Detalles del proyecto.

Barclays Center: nuevo plan de vivienda asequible y torres más altas en Brooklyn

Revisión del proyecto de vivienda asequible en Atlantic Yards, Brooklyn. Cambios significativos en la propuesta para equilibrar viabilidad económica y necesidad.

Un proyecto que regresa del congelador

Después de casi dos décadas de promesas incumplidas, el plan de regeneración urbana alrededor del Barclays Center vuelve a la mesa.

La autoridad de desarrollo económico del estado y un nuevo equipo de desarrolladores presentarán en sesión pública una versión revisada del acuerdo para construir cientos de unidades de vivienda asequible en el sitio.

El proyecto original contemplaba 6,400 departamentos, de los cuales 2,250 serían “asequibles”. La realidad fue otra: la desarrolladora anterior no logró levantar cerca de 900 unidades comprometidas antes de caer en bancarrota.

En un Brooklyn con presión histórica sobre rentas, inventario limitado y una agenda política centrada en la vivienda, el reinicio del plan alrededor de una arena icónica como Barclays no es solo urbano: es político y financiero.


Qué propone el nuevo equipo desarrollador

El nuevo vehículo, Brooklyn Ascending Land Co., liderado por Cirrus Real Estate Partners y LCOR, no llega a “cumplir” el plan anterior; llega a rediseñar el modelo.

Entre los cambios clave:

  • Propuesta de 3,600 departamentos adicionales respecto a lo previsto.
  • Torres más altas y reconfiguración del tamaño y ubicación de los edificios.
  • Replanteamiento de los niveles de ingreso para las unidades “asequibles”, llevándolas hacia segmentos de ingreso más alto para cerrar la brecha de viabilidad económica.

De acuerdo con Joseph McDonnell, socio gerente de Cirrus, el mensaje es directo: para que el proyecto funcione financieramente, necesitan más unidades totales y un perfil de inquilino asequible menos profundo de lo que se prometió hace veinte años.


El debate: asequible para quién

Las reacciones no se hicieron esperar.

Líderes locales y miembros de comités de supervisión comunitaria cuestionan que la nueva versión del plan se aleje del objetivo original: atender a quienes tienen más presión de renta.

La asambleísta Jo Anne Simon ha señalado que las nuevas unidades “asequibles” corren el riesgo de ser demasiado caras para los neoyorquinos que más las necesitan, desplazando el beneficio hacia estratos de ingreso medio o medio-alto.

El equipo desarrollador, por su parte, insiste en que el diseño final dependerá de:

  • La combinación de subsidios públicos disponibles.
  • La estructura de incentivos que el Estado y la ciudad estén dispuestos a aportar.
  • El resultado del proceso de consulta y aportes comunitarios.

En términos simples: la profundidad real de la asequibilidad sigue abierta y se jugará en la mesa de subsidios y negociación política.


Lectura estratégica para desarrolladores e inversionistas

Para el capital y los desarrolladores, este caso deja varias señales claras:

  1. La viabilidad manda, pero no en vacío Proyectos de gran escala en entornos urbanos consolidados —como el perímetro de Barclays Center— solo cierran numéricamente con:
    • más densidad,
    • mezcla de unidades a distintos niveles de ingreso,
    • y apoyos públicos explícitos.
    El giro hacia torres más altas y un mayor número de departamentos refleja esa lógica de cierre financiero.
  2. La vivienda asequible ya no es solo un requisito; es un campo de negociación El nivel de ingreso objetivo, la profundidad del subsidio y los tramos de renta se han convertido en la palanca central de negociación entre:
    • gobierno estatal y municipal,
    • desarrolladores,
    • comunidad organizada.
    La pregunta ya no es “si” habrá vivienda asequible, sino “para qué segmento y en qué porcentaje real”.
  3. Riesgo político y de reputación como variable de inversión Proyectos de alto perfil, asociados a equipamientos emblemáticos como una arena deportiva, tienen un componente político y mediático que afecta:
    • calendarios de aprobación,
    • percepción de riesgo,
    • y estabilidad de los compromisos regulatorios en el tiempo.
    Para fondos y vehículos institucionales, esto implica modelar no solo cap rates y costos de construcción, sino también volatilidad regulatoria y social.
  4. Brooklyn como laboratorio de modelos mixtos denso–asequible Lo que se decida en este proyecto puede:
    • convertirse en precedente para otros desarrollos con obligaciones de vivienda asequible en la ciudad,
    • o, si fracasa, alimentar la narrativa de que los grandes acuerdos público–privados no entregan lo que prometen.
    En ambos escenarios, la consecuencia es directa para el mercado: mayor exigencia en la estructuración de futuros proyectos que busquen cambios de uso, más densidad o infraestructura pública a cambio de beneficios.

Conclusión: entre el Excel y la legitimidad social

El nuevo acuerdo en torno al Barclays Center es un recordatorio incómodo para la industria:

no basta con que un proyecto “cierre” en Excel; tiene que sostenerse políticamente y responder a la presión real de vivienda en territorio.

La apuesta de Brooklyn Ascending Land Co. es clara: ganar escala, subir un escalón los niveles de ingreso objetivo y apoyarse en subsidios para que los números funcionen.

Del otro lado, comunidad y autoridades evaluarán si el resultado final se parece más a una operación de densificación con plusvalía privada, o a un ancla real de vivienda asequible que modere la presión sobre Brooklyn.

Para desarrolladores e inversionistas, la lección es directa: el futuro de los grandes proyectos urbanos se decidirá en la intersección entre viabilidad económica, diseño de subsidios y legitimidad social. Quien no modele las tres variables, está apostando a ciegas.