La contaminación ambiental y el agotamiento de recursos naturales subrayan la necesidad de materiales de construcción alternativos de fuentes renovables. Un enfoque prometedor es el uso de biocompuestos producidos a partir del micelio de hongos filamentosos. En Argentina, las cáscaras de naranja y limón son residuos orgánicos abundantes de la industria cítrica. Este estudio investiga la creación de un biocompuesto aislante sostenible utilizando micelio de Pleurotus ostreatus cultivado en mezclas de cáscaras de cítricos, papel y cartón.
Propiedades del Biocompuesto
Las muestras de prueba se prepararon con diferentes concentraciones de estos componentes. El biocompuesto fúngico resultante mostró una densidad aproximadamente diez veces mayor que el poliestireno expandido, con una contracción por secado del 28% al 51%, dependiendo de la formulación. Se evaluaron propiedades clave como la resistencia a la compresión (σ10 = 7–33 kPa), densidad aparente (ρ = 152–181 kg/m3) y conductividad térmica (λ = 0.29–0.36 W/mK), indicando un rendimiento ventajoso para aislamiento térmico en aplicaciones de construcción.
Repelencia Biológica
Las muestras que contenían cáscara de naranja también demostraron actividad repelente contra Triatoma infestans, principal vector de la enfermedad de Chagas, atribuida al contenido residual de limoneno de las cáscaras cítricas.
Este biocompuesto fúngico se alinea con los principios de la química verde y la economía circular, ofreciendo una solución biodegradable y de bajo impacto con potencial uso en la construcción. Los residuos cítricos demostraron ser un sustrato eficaz para el crecimiento micelial, produciendo un material con propiedades mecánicas y térmicas deseables, y resistencia añadida a la biodeterioración.