Centros de datos para IA en México: Querétaro, energía y resiliencia de la cadena de suministro

México se está consolidando como hub de centros de datos para IA en Latinoamérica, con Querétaro como polo estratégico. Pero el cuello de botella ya no es el terreno ni la fibra óptica: son la energía, las cadenas de suministro y el salto a infraestructuras de alta densidad que puedan soportar cargas de IA sin reventar presupuestos ni calendarios.

IA, data centers y presión sobre costos

México se ha convertido en un destino clave para la inversión en centros de datos en América Latina, gracias a su conectividad, cercanía con Estados Unidos y programas públicos para infraestructura digital.

El giro ahora es claro: la nueva ola de inversión ya no está pensada solo para almacenamiento y cómputo tradicional, sino para cargas de trabajo de inteligencia artificial. El Data Centre Construction Cost Index 2025-2026 de Turner & Townsend señala que los desarrolladores están migrando de centros con enfriamiento por aire a instalaciones de alta densidad con enfriamiento líquido, diseñadas para IA. A nivel global, se proyecta una inflación de costos de construcción de alrededor de 5.5% en centros tradicionales, frente a 7–10% en instalaciones preparadas para IA en mercados como Estados Unidos.

Para capital e inmobiliario, la lectura es directa: el costo de construir “caja” ya no es el diferenciador; el juego está en quién puede asegurar energía, enfriamiento y cadena de suministro especializada sin romper el modelo financiero.

Energía y cadena de suministro: el nuevo riesgo país

Según el mismo informe, la disponibilidad de energía es el principal reto para entregar proyectos en tiempo y forma, y 83% de los expertos considera que las cadenas de suministro locales aún no están listas para soportar los sistemas avanzados de enfriamiento que requieren los centros de IA.

Eso se traduce en tres frentes críticos para desarrolladores y fondos:

  • Contratos de suministro eléctrico de largo plazo y calidad “tier” para soportar cargas de IA.
  • Cadena de proveedores capaz de entregar equipos de enfriamiento líquido, UPS, transformadores y componentes especializados sin cuellos de botella.
  • Diseño que reduzca al máximo el consumo energético por MW de IT, porque el opex energético ya es una variable estructural del negocio.

El informe recomienda revisar modelos de adquisición, apostar por diseño altamente eficiente en energía y mitigar riesgos por retrasos en conexión eléctrica como pasos críticos para el crecimiento sostenido del sector en México.

Querétaro: laboratorio de hyperscale… con tarea pendiente

En México, Querétaro se ha consolidado como el clúster más visible de centros de datos, con costos de suelo competitivos y gobiernos local y estatal alineados para garantizar un suministro eléctrico estable.

La región ya atrae operadores hyperscale y proveedores de colocation, pero la llegada de IA sube la vara: más densidad por rack, más demanda de energía por sitio y más sofisticación en enfriamiento.

Como resume Lloyd Wallace, director de real estate y líder de data centres en América Latina en Turner & Townsend, México está en posición única para liderar el desarrollo de centros de datos para IA, pero su éxito dependerá de “fortalecer las cadenas de suministro y asegurar un acceso confiable a la energía”.

La implicación inmobiliaria es clara: parques industriales, campus y portfolios que logren combinar ubicación, derechos de agua, acceso a subestaciones y trazabilidad ESG van a capturar la mayor parte del capex serio.

Implicaciones para desarrolladores, fondos e inversionistas

Para el capital inmobiliario y desarrolladores de parques:

  • Suelo industrial ya no basta: el activo que se valora es la plataforma energética (subestaciones, derechos, redundancias) y la capacidad de integrar infraestructura para IA.
  • Capex más volátil: la brecha de costos entre centros tradicionales y centros listos para IA obliga a ajustar retornos esperados y horizontes de inversión.
  • Alianzas estratégicas: utilities, proveedores de tecnología y operadores especializados deben estar en la mesa desde la concepción del proyecto, no al final.

Para fondos e institucionales, la tesis se mueve del simple “renta por metro” a ingresos indexados a capacidad, densidad y disponibilidad energética, con contratos de largo plazo y tenants globales que valoran estabilidad y cumplimiento ESG.

En resumen, México —y particularmente Querétaro— tiene la oportunidad de ser protagonista en la ola de centros de datos para IA, pero solo si combina su ventaja geográfica con una agenda seria de energía y cadena de suministro. Sin eso, el pipeline de anuncios puede quedarse corto frente a las expectativas de retorno.