El próximo 8 de junio se conmemorará el Día Mundial de los Océanos, fecha para recordar la fuente de vida y sustento de la humanidad, así como de todos los demás organismos de la tierra, ya que cubren más del 70% del planeta. Es tan importante que durante el Siglo XXI se ha avanzado en el desarrollo de las ciudades submarinas, que mezclan la arquitectura, ingeniería y exploración debajo del agua.
De acuerdo con especialistas, las urbes deben implementar materiales resistentes a la corrosión y técnicas de construcción de vanguardia. Sumado a que deben soportar la presión del agua, mantener un ambiente habitable y garantizar el suministro de energía y recursos necesarios para sustentar la población.
Es por eso, que la idea de las ciudades submarinas ha capturado la atención de científicos, arquitectos y entusiastas futuristas debido a que es un nuevo capítulo en la relación entre el humano y los océanos.
Beneficios de ciudades submarinas
Especialistas han indicado que las urbes bajo el agua pueden abordar problemas ambientales y de superpoblación, ya que con el cambio climático, muchas áreas costeras están en riesgo de inundación.
Además, desempeñan un papel primordial en la investigación científica y la exploración marina, debido al fácil acceso de los ecosistemas marinos que aún no han sido completamente explorados. Así como mejorar los procesos biológicos y geológicos del planeta tierra.
Si bien existen diversos beneficios, también tienen retos, ya que la tecnología necesaria para su construcción y mantenimiento es compleja y costosa. De igual forma, la presión del agua, la falta de luz solar y necesidades de sistemas de soporte vital son un desafío.
Sentinel, primera ciudad bajo el agua disponible en 2026
Desde hace más de dos años, la organización DEEP trabaja de cerca con profesionales de ingeniería, diseño, buceo y medicina desde su centro de ingeniería en Bristol, Reino Unido, para desarrollar la primera ciudad submarina, denominada Sentinel.
La urbe será un centro de investigación con laboratorios y observatorios en el fondo del océano con 200 metros de profundidad, en donde los científicos podrán vivir durante 28 días para después regresar a la superficie.
DEEP ha informado que este sistema modular es infinitamente configurable, personalizable y adaptable para el despliegue a corto plazo o semipermanentes, en cualquier lugar de la plataforma continental.
“El 3 de noviembre de 2026, seis tripulantes completamente entrenados se desplegará en el recién inaugurado sistema de hábitat oceánico Sentinel de DEEP, comenzando la era de la presencia continua de la humanidad bajo el agua. Ese día pasará a la historia como el día en que nuestra especie fue al océano y nunca miró atrás”, indicó el líder del proyecto.