La relocalización de las cadenas productivas mundiales, también llamado nearshoring, es una realidad que continúa posicionando a México y Latinoamérica como un lugar ideal para la instalación de nuevos parques industriales, debido a su cercanía con grandes consumidores como Estados Unidos.

Según cálculos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las oportunidades que ofrece este fenómeno a corto y mediano plazo para la región radican en la ganancia potencial, percibiendo hasta 64 mil millones de dólares (mdd) en comercio de bienes y 14 mil mdd en comercio de servicios; destacando la industria automotriz, textil, farmacéutica, energías renovables, entre otras.

México es el principal beneficiario, captando el 44% de los recursos provenientes de dichas exportaciones, es decir, más de 34 mil mdd en exportaciones anuales adicionales, lo que implicaría un crecimiento adicional del 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.

Este crecimiento también genera un reto, pues la relocalización de empresas en el país traerá consigo un aumento significativo en la demanda de energía para impulsar las operaciones, por lo que plantear nuevas estrategias es una necesidad urgente para autoridades y empresarios desarrolladores.

Para el Dr. Gerardo Hiriart Le Bert, miembro del Comité de Energía del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), esta expansión industrial requerirá una infraestructura de transmisión y distribución energética eficiente y confiable.

El experto consideró necesario invertir en nuevas líneas de transmisión que conecten las áreas de producción con las redes de suministro existentes. A esto, añadió que es crucial mejorar la eficiencia de la distribución eléctrica, modernizando los sistemas de medición, lo que reducirá pérdidas energéticas al transportarla.

En este sentido, Hiriart compartió en el Observatorio Ciudadano de Energía (OCE) la importancia de remediar la variabilidad de las fuentes renovables, para facilitar la independencia energética que se puede lograr con el uso del sol y el viento para abastecer toda la operación de las compañías que vendrán.

¿Cuáles son los retos energéticos?

Alejandro Saldaña, subdirector de Análisis Económico de Ve por Más (Bx+), señaló que el aumento de la demanda energética por esta situación superará la infraestructura actual que hay en el país.

“La principal demanda es la energía eléctrica y para crecer se necesita que se produzca más energía. Para que se sepa aprovechar este potencial crecimiento, debe haber mayor generación de energía, que sea también energía barata y confiable”.

Al mismo tiempo, esto provocará un mayor uso de tecnologías complementarias, como el almacenamiento de energía.

Por ello, el acceso a energía más económica, limpia y de mejor calidad es una de las preocupaciones más importantes de los inversionistas, por lo que aumentar la capacidad de generación eléctrica sustentable en el país es tan crucial como el impulso a la inversión pública en líneas de transmisión y distribución de alta y media potencia en los ejes de desarrollo.

También, es fundamental que los gobiernos y las empresas tomen medidas concretas. Para Hiriart, esto implica establecer políticas y regulaciones que fomenten la inversión en energías renovables, ofrecer incentivos para la adopción de tecnologías limpias y promover la colaboración público-privada en el desarrollo de infraestructura energética.

“México se enfrenta a la tarea de acelerar la instalación de plantas de generación con energías limpias, como solar y eólica. Estas fuentes son abundantes en el país y brindan una oportunidad única para reducir la dependencia de los combustibles fósiles”.

Sin embargo, para garantizar la estabilidad y confiabilidad es necesario implementar servicios de almacenamiento de energía, como baterías.

“Almacenar el exceso de energía generada durante los períodos de alta producción y liberarla durante los momentos de alta demanda contribuirá a mantener una red eléctrica estable y eficiente”, publicó el experto.

¿Son las energías limpias una opción viable?

En su informe para la OCE, Hiriart Le Bert indicó que el sector energético representó el 33% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) durante el 2022.

La generación de energías limpias eficientes es una opción para reducir el lanzamiento de dióxido de carbono y mitigar el cambio climático, por lo que la adopción paulatina es fundamental.

Entre las alternativas más viables para satisfacer la demanda que traerá el nearshoring, se encuentran la eólica, hidroeléctrica, solar, geotermia y biomasa.

De acuerdo con Enlight México, adquirir sistemas fotovoltaicos en generación distribuida junto con almacenamiento de energía (BESS, por sus siglas en inglés), es la mejor opción para las empresas que llegan a México.

Para la firma especialista en paneles solares para industrias, generar energía limpia propia, elimina el gasto destinado a la compra de electricidad convencional dependiente de combustibles contaminantes.

“El costo de la energía solar puede ser hasta 60% menor que la electricidad adquirida a través de la red, además que este tipo de soluciones brinda cierta independencia, lo que hace a las empresas más resilientes ante los retos de infraestructura eléctrica que tiene el país en los próximos años”.

Por su parte, el miembro del CICM aseguró que la adopción de energías limpias y el fortalecimiento de la infraestructura energética no solo tienen beneficios ambientales, sino también económicos y sociales.

“Podrán generar empleo local, impulsar la innovación tecnológica y reducir la dependencia de combustibles fósiles importados. Además, una infraestructura energética sólida y confiable proporciona estabilidad a las operaciones industriales y promueve el crecimiento económico a largo plazo”, detalló.

Es un texto de la edición 140 https://inmobiliare.com/inmobiliare-140/