Adquirir una vivienda construida no es la única opción en el mercado para aquellas personas que buscan invertir en su patrimonio, también existen alternativas como comprar un terreno o un lote residencial. 

Sin embargo, a veces puede resultar complicado entender las diferencias entre uno y otro, tomando en cuenta que adquirir una propiedad es una decisión que debe evaluarse cuidadosamente. 

Al respecto, Karla González Montoya, Marketing B2C Manager de Inmuebles24, explicó que un buen primer paso es saber para qué se quiere el espacio.  

“Esto nos permite hacer una búsqueda de propiedades o inmuebles que optimicen nuestra inversión. No es lo mismo querer construir la casa de tus sueños que quizá tener un terreno para propósitos comerciales”, comentó.

De acuerdo con la plataforma inmobiliaria, un terreno de inversión usualmente no tiene urbanización ni construcción a su alrededor. De esta forma, una de sus ventajas es que se puede prospectar la ganancia a largo plazo. 

Mientras que los lotes residenciales se encuentran en zonas privadas que ya cuentan con planes de crecimiento. Es decir que están rodeados de áreas comerciales y urbanas, por lo que su actividad económica es bastante alta.

¿Cómo saber si un terreno es una buena inversión?

Son muchos los factores que se deben considerar al momento de comprar un terreno o un lote residencial para garantizar que sea una buena inversión

Entre los más importantes a tomar en cuenta está la ubicación, ya que este es el elemento que genera más rentabilidad en el futuro, según González Montoya. 

Por otro lado, se debe hacer un análisis de proyección, este proceso conlleva investigar qué planes se tienen para la zona, saber si hay obras alrededor, si hay otros lotes en venta o si existen empresas en desarrollo.

Asimismo, hay que considerar el valor de la propiedad a comprar, aunque esto varía de un terreno a otro y depende de diversos factores. En el caso del lote residencial, ya cuenta con urbanización que aumenta su valor.   

Como se mencionó antes, los terrenos brindan la oportunidad de generar dinero a largo plazo, por lo que la relación costo-beneficio es óptima. En el caso de las propiedades en zonas privadas, la inversión inicial se verá reflejada en un corto o mediano plazo. 

Finalmente, al comprar cualquiera de los dos espacios, se deben considerar los gastos de mantenimiento.

Ahora que ya conoces todas las características de ambas alternativas y tienes las diferencias definidas, puedes evaluar cuál es la mejor opción para ti, para tu bolsillo y para tu futuro.