El estudio MuDD Architects, de la arquitecta francesa Stephanie Chaltiel, comenzó a utilizar drones como una herramienta para la construcción.

De acuerdo con su fundadora, esta tecnología es la clave de la innovación arquitectónica, pues es rápida, limpia y sostenible.

“Nos ofrecen la posibilidad de edificar o rehabilitar espacios, incluso en remoto y en situaciones de crisis o en comunidades de riesgo”, señaló.

Un ejemplo de esto es la utilización de drones para recubrir un refugio con arcilla.

“Es un método rápido que podría utilizarse en campos de refugiados y zonas de desastre”, consideró Laura Cano, especialista de Yahoo Finance.

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Drones para mejorar el acabado de los edificios

La filosofía de MUDD Architects se basa en construir, habitar y regenerar lo existente. Al respecto, Chaltiel subraya que no hacen falta nuevos desarrollos, sino adaptar lo que hay.

Para ello, la empresaria consideró que los drones serán útiles para mejorar los acabados o aislamientos de los edificios.

“La edificación siempre ha evolucionado, pero a través de las personas implicadas en el proceso de construcción”, puntualizó.

A pesar de esto, Chaltiel afirmó que los humanos no dejarán de ser parte del proceso y nunca serán reemplazados por máquinas.

“Al dron hay que pilotarlo. Su pilotaje es muy preciso y requiere mano de obra altamente cualificada por lo que los costes son altos”, precisó.

También mencionó que se requiere de formación para cualificar a estas nuevas profesiones emergentes.

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Refugio Mud Shell y Terramia

Durante el Festival de Diseño de Londres de 2018, el equipo de MuDD Architects junto a la arquitecta construyó Mud Shell.

El proyecto fue un refugio abovedado con sacos de heno unidos a un cierre de madera que luego se roció con una mezcla de arcilla y fibra con un dron.

La ventaja que mostraron fue que un trabajo de semanas de recubrimiento a mano se redujo a minutos con drones. Además, se alcanzaron áreas de difícil acceso.

Un año después crearon Terramia un prototipo que puede ser usado para misiones humanitarias o proyectos con poco presupuesto.

La estructura se forjó sobre un esqueleto de bambú, recogido en tiempo récord y se usaron drones para cubrirlo con tela a la medida. La tecnología de drones se utilizó de nuevo para rociar la mezcla aislante de barro y fibras.

El proceso tuvo lugar Milan Design Week de 2019, y ofreció una nueva visión de la arquitectura, mostrando las capacidades y aplicaciones potenciales.