El segundo panel, estuvo a cargo de Luis García Peña de MAREAZUL, conversación que abordó la relación entre un cliente que busca mejorar su calidad de vida con Wellness y un proyecto inmobiliario que garantiza plusvalía.

Destacó que uno de los efectos que tuvo la pandemia, fue el replanteamiento del hogar como el centro de convivencia con la familia, en el que el tema wellness se convirtió en una prioridad.

“El mercado de wellness en el mundo, hablando de turismo, de bienestar, experiencias en la salud, etc., es un mercado que según el Global Wellness Institute, vale alrededor de 4.4 trillones de dólares, de los cuales, solamente el 6% representa lo inmobiliario. En 2017 el mercado de wellness Real Estate, valía alrededor de 180 mil billones de dólares y se estima que el año que entra rebase los 220 mil millones de dólares”.

Al respecto, Guillermo Fernández de Mazarambroz LEMON PROMOCIONES; Alfonso Hernández de ARTHER; y Marc Pujol de GMB, coincidieron con la idea de que el factor “wellness” se ha convertido en un punto determinante para la toma de decisiones de compra de un inmueble.

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Marc Pujol expresó que se trata de una tendencia en la que el retorno de inversión queda en segundo plano, puesto que todos los involucrados en la industria han dado mayor peso a las necesidades y convivencia de los usuarios, quienes llegaron por 15 días y se vieron en la necesidad de quedarse hasta por tres meses debido al confinamiento.

“El concepto de wellness se basa en entender que el centro de todo es la persona, cómo se mueve y gestiona sus necesidades día a día. La pandemia de alguna manera nos ha hecho reflexionar y tomar conciencia sobre cómo vivimos y cómo nos desempeñamos, esto ha acelerado de manera extraordinaria ese requerimiento de wellness”, comentó Alfonso Hernández.

Situación que como desarrolladores, otorga la oportunidad de generar productos únicos con amenities y servicios como salud, educación, cultura, convivencia, etc. No obstante, para dar mayor valor, es necesario contar con una infraestructura suficiente, seguridad y salud que les permita a los usuarios realizar sus actividades diarias sin problema.

Asimismo, los panelistas señalaron que otro de los temas primordiales, es la experiencia y diferenciador que otorga un proyecto a los compradores.

“Lo que se busca es la experiencia y en este sentido, mucho tiene que ver cómo se crean los espacios y en cómo se venden. La diferencia son las notas adicionales que le pones al momento de la venta, al final todos los productos son lo mismo y ofrecen lo mismo, pero lo importante es el contenido y la experiencia que se les da a los clientes”, destacó Guillermo Fernández.

Este es un fragmento del artículo REB + Summit Tulum: Destino de oportunidad para el desarrollo inmobiliario de la edición 130 https://inmobiliare.com/inmobiliare-130/