La crisis del medio ambiente es un tema cada vez más serio en la conversación política, económica y de negocios. Pese a las pequeñas y grandes acciones que se promueven, las estadísticas son alarmantes. El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación del aire y del agua, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático están relacionados directamente con la presión ejercida por una población creciente y consumidora de recursos; es decir, la sobrepoblación.

En México se estima que la población llegue a los 150 millones para el 2050, por lo que se necesitarán alrededor de 6.5 millones de viviendas nuevas asumiendo 3.7 habitantes por unidad, según la compañía mexicana en consultoría, valoración y data, Tasvalúo. Además, se estima que 12.6 millones de viviendas requerirán remodelaciones parciales o totales, lo que generará mayor presión al sector energético, pues el sector constructivo contribuye con el 9% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Cabe señalar que la sobrepoblación no solo se refiere a la cantidad de personas, sino también a los patrones de consumo y desarrollo. De acuerdo con la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), el sector de la construcción en México emite el 50 por ciento de la contaminación del país. Incluso, la empresa Rs Construcción e Ingeniería calcula que solamente 1.6% de las casas en el país pueden ser consideradas sustentables.

Frente a este panorama, la mitigación del impacto ambiental, derivado de la sobrepoblación, requiere de una combinación de acciones a nivel individual, comunitario y global. Algunas son:

1. Educación y planificación familiar: promover la educación ambiental en las familias, así como invertir en soluciones ecológicas dentro del hogar puede representar un impacto muy pequeño frente al gran problema, pero la conciencia individual que nace desde casa puede ser promotor de la adopción de hábitos más verdes.

2. Movilidad menos contaminante: es cierto que ciudades grandes como la CDMX tienen un transporte urbano muy deficiente; unidades colectivas saturadas y la gran cantidad de vehículos que circulan en la ciudad dañan al medio ambiente. Optar por medios no contaminantes, como las bicicletas o scooters, -para distancias cortaspudiera ser otro impacto pequeño pero que atribuye a una conciencia más verde.

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La transición hacia fuentes de energía renovables y bajas en carbono es fundamental para mitigar el impacto ambiental. Foto: Cortesía.

3. Arquitectura sustentable: el primer paso hacia la construcción sustentable comienza en la etapa de diseño. Los arquitectos y diseñadores buscan maximizar la eficiencia energética y reducir la dependencia de los recursos no renovables. El uso de técnicas como el diseño pasivo, la orientación solar adecuada, la ventilación natural y la iluminación eficiente puede optimizar el consumo de energía de un inmueble.

4. Combatir zonas de gentrificación: aunque este tema provoca un aumento de plusvalía y un mercado más rentable para los pequeños negocios, también incentiva a una mayor cantidad de desperdicio. Descentralizar una zona (y mejorar el sistema de transporte público), ayudaría a una mejor organización de recolección de basura y el cuidado de áreas verdes.

5. Energías renovables y bajas en carbono: la transición hacia fuentes de energía renovables y bajas en carbono es fundamental para mitigar el impacto ambiental. Invertir en energías renovables como la solar, eólica e hidroeléctrica, así como fomentar la eficiencia energética en todos los sectores, ayudará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático.

Si bien lo más importante es trabajar en una consciencia colectiva más responsable y el compromiso ciudadano en relación con la sobrepoblación y su impacto en el medio ambiente, todavía hay mucho por hacer. Esto implica difundir información sobre los desafíos ambientales, fomentar la participación en actividades de conservación, promover la adopción de prácticas sostenibles en el hogar y en el trabajo, y abogar por políticas y decisiones que apoyen un desarrollo sostenible.

POR: ROBERTO CASTRO, EXPERTO EN COMUNICACIÓN Y MARKETING, ESPECIALIZADO EN REAL ESTATE, ESTILO DE VIDA Y NEGOCIOS

*Nota del editor: Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Inmobiliare.